A posteriori de que Alcoa anunciase la semana pasada la paralización «temporal» de las inversiones para el esquema del horno de cocción de ánodos, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y la conselleira de Industria, María Jesús Lorenzana, han mantenido este lunes una reunión con los directivos de la empresa, que han expresado que la compañía está pasando por una «situación difícil» derivada, principalmente, de los precios de la energía, que repercuten en pérdidas «muy por encima» de lo que puede admitir la factoría de San Cibrao, cuyas condiciones comerciales son actualmente «insostenibles».
Según ha indicado la responsable de la cartera de Industria, desde la empresa explican que esta osadía «no supone en el momento presente que se vaya a realizar ningún procedimiento de despido colectivo ni de clausura o saldo de la factoría«, y piden la colaboración de »todas las administraciones«.
En un comunicado difundido el lunes a los medios de comunicación, la compañía ha expresado que «cuando se firmaron los Acuerdos de viabilidad» disponía de «fondos suficientes para cumplir con todos sus compromisos», pero «basándose en las condiciones económicas actuales» requieren soluciones que permitan «hacer frente a las condiciones comerciales insostenibles» de las operaciones en la planta de Lugo, cuyos resultados, reconocen, «han seguido empeorando».
Al respecto, Lorenzana ha trasladado «el compromiso completo» de la Xunta «con la planta de San Cibrao y con el empleo de la comarca», que incluso ha obligado del resto de administraciones; y ha destacado la importancia de la Mesa de Seguimiento de Alcoa, convocada por el Servicio de Industria el próximo viernes 15 tras la solicitud de la propia consellería.