Para esta jurista, la violencia de condición no es solo doméstica (en el ámbito de la pareja) o casero, ocurre de continuo en la calle y en los contextos en los que se ejerce la prostitución. Y la salida -advierte- es especialmente complicada. “La vulnerabilidad de estas mujeres es decano, no hay una red de apoyo y en muchísimas ocasiones están en una situación irregular en el país”.
Todavía es un referente de asesoramiento y ayuda el centro Alumar, en Cáritas, desde hace ya 20 abriles. En este 2023, hasta el mes de noviembre, atendieron a 346 mujeres consideradas vulnerables, la mayoría atrapadas en la prostitución. En 2022, llegaron hasta 461, con un récord en 2020, el año de la pandemia (534). En el centro de día, trabajan actualmente con 74 mujeres que han pedido ayuda a esta ONG, decididas a agenciárselas otra salida sindical. Y brindan una vivienda con cinco plazas.
“Las mujeres en un contexto de prostitución se enfrentan a situaciones violentas constantemente, de todo tipo, porque los clientes las cosifican y ellas no pueden opinar que no”, asegura sin remilgos Raquel Fernández Docasar, la educadora de Alumar. Así se lo cuentan tanto a ella como al resto del equipo las mujeres que pasan por la sede del casco vello o cuando salen de ruta con su pelotón móvil para prestar asesoramiento en pisos o calles de la ciudad o villas donde se concentran barrios rojos.
Mujeres especialmente vulnerables porque -añade- “disponen de menos bienes para defenderse del atacante e incluso para identificar ese maltrato”. Sin olvidar que “el 90% de nuestras usuarias están en una situación administrativa irregular “. Son extranjeras y desconocen sus derechos.
El perfil de las víctimas
Las mujeres que pasan por el centro de mujer Alumar proceden de “Venezuela, Colombia o Brasil, principalmente; tienen un promedio de 35 abriles; casi todas con hijos, con un trasfondo de pobreza y trauma, encima de problemas asociados al consumo de drogas”, apunta la educadora. Y se explica: “Primero, recurren a la droga para poder prostituirse, especialmente la cocaína y el pimple están muy presentes, y luego para retribuir la deuda de la droga deben seguir prostituyéndose”.
En Galicia, las mujeres víctimas de proxenetismo pueden acogerse ya a las ayudas que contempla la Ley integral de violencia de condición. Y pocas saben, que “prima el acto de violencia antiguamente que la expulsión en casos de las extranjeras”. “No solo no conocen sus derechos, sino que se ven como mujeres de segunda y como en muchos de sus países la policía es corrupta tienen miedo a las fuerzas de seguridad españolas”, destaca Fernández Docasar.
El cliente salvador
Todavía en el CIMM de Ourense, con sede en la Rúa do Ensino, en O Couto, trabajan a diario con mujeres atrapadas en redes de proxenetismo o incluso en matrimonios que se anunciaron como “salvadores”, para renunciar el club, pero “entran en otra gayola terrible en la que pasan a ser objetos sexuales”, apunta López Varela.
A su entender, el foco debe ocupar la pornografía, con el golpe sin límites a edades cada vez más tempranas, y amplificar la ojeada sobre la prostitución. “No somos unas mujeres y esas otras mujeres; tenemos que entablar a ver el sistema prostitucional de otra modo porque nos afecta a todas por igual cuando un hombre piensa que puede comprar a una mujer para satisfacer su violencia, dominarla y someterla a su antojo”.
Nunca -apostilla Raquel- se produce una relación de igualdad: “El putero domina y ella se convierte en una cosa, sin derechos”.
En Ourense, más pisos y menos clubes de alterne
La fiscal encargada de la delegación de Extranjería en Ourense, Pilar Manso, advierte del “formidable crecimiento de los pisos dedicados a la prostitución en detrimento de los clubes de alterne, sobre todo de ciudadanas de origen venezolano y colombiano”. Ello hace más difícil la detección de situación de explotación sexual. Pisos que utilizan igualmente para la distribución de sustancias nocivas contra la lozanía.
Durante el 2022, se judicializaron dos causas con motivo de proxenetismo con fines de explotación sexual, con prostitución.
Cambió la ruta de entrada, según Extranjería
El procedimiento empleado por las mafias para obtener al zona doméstico, en historia a las modalidades de proxenetismo detectadas en la provincia de Ourense, ha cambiado en los últimos abriles. La vía de Turquía o grandes rutas antiguamente utilizadas para el golpe al zona doméstico ha caído en desuso. Según la Regimientos de Extranjería, ahora se entra a España por puestos habilitados pero como turistas, con reservas de hotel que no utilizan y billetes de avión cuya reverso no emplean, por consiguiente utilizando las vías legales de entrada pero falseando los requisitos. Las organizaciones criminales captadoras cambiaron los medios de publicitación, con utilización de nuevas tecnologías.