Los detenidos buscaron venganza ante la presión de las acciones contra el narcotráfico y las redes clandestinas de inmigración ilegal en la ciudad.
Según informa el Instituto Armado, los hechos ocurrieron en julio, cuando los bomberos de Melilla tuvieron que intervenir para apagar el incendio de un coche propiedad de un agente de la Guardia Civil destinado en la ciudad autónoma. También intentaron quemar un segundo vehículo del mismo agente, pero no lo consiguieron.
Al comprobar que los hechos fueron provocados, la Guardia Civil inició las Operación ‘Tizona’en el cual, luego de varias semanas de investigación, se logró esclarecer que existieron varios integrantes de un grupo criminal que realizaron estos actos como venganza ante la presión de acciones contra el narcotráfico y redes clandestinas de inmigración ilegal.
Los presuntos responsables habrían incendiado los vehículos tras haber rellenar botellas de gasolinaprovocando la quema del vehículo y diversos daños a los inmuebles aledaños al estacionamiento.
Los dos integrantes de este grupo criminal, de 24 y 34 años, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número dos de Melilla y la Guardia Civil continúa trabajando para identificar al resto del grupo.