La asociación asegura que van a “blanquear y dar voz a un terrorista prófugo condenado por asesinatos gravísimos”.
Esta entidad ha hecho estas declaraciones en un comunicado después de que se hiciera público que Zinemaldia proyectará en su próxima edición este “encuentro” entre el periodista catalán y el histórico líder de ETA en su 71ª edición, que se celebrará del 22 al 30 de septiembre. La asociación asegura que este contenido audiovisual “blanqueará y dará voz a un terrorista prófugo condenado por asesinatos gravísimos”.
“Este ejercicio periodístico victimizará una vez más a los familiares de los fallecidos y esto no es necesario”, subraya. En la carta dirigida a José Luis Rebordinos, Dignidad y Justicia Asegura que José Antonio Urrutikoetxea es un “terrorista sanguinario que acabó con la vida de mucha gente inocente y que nunca ha dado el más mínimo signo de arrepentimiento”.
Señala que el certamen de San Sebastián es un “evento subvencionado con fondos públicos con proyección internacional, cuya imagen y prestigio se verá perjudicado con la emisión de este reportaje”.
Por su parte, en la carta dirigida a la presidencia-dirección general de la empresa Contenido Original-Netflix España, este grupo solicita la retirada de esta entrevista de la plataforma de contenidos y subraya que noo emisión provocará “sangrado por muchas heridas que aún no han cicatrizado”.
Las cartas están firmadas en ambos casos por el presidente y el vicepresidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero de la Torre y Víctor Valentán Cotobal, respectivamente.
José Antonio Urrutikoetxea, de 72 años, fue arrestado en mayo de 2019 en Francia, donde se encuentra en libertad condicionalpendiente de su posible extradición a España para ser juzgado por distintas causas, entre ellas el atentado al cuartel de Zaragoza en 1987, en el que fueron asesinadas 11 personas, entre ellas seis niños.
El Ministerio Fiscal y la acusación particular y popular solicitan en este caso más de 2.000 años de prisión para José Antonio Urrutikoetxea, cuya extradición sólo se producirá cuando se resuelvan varias causas que también están abiertas en Francia.
El exjefe de ETA, que fue parlamentario vasco por Euskal Herritarrok y llegó a ser miembro de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara Vasca, lleva dos décadas prófugo. También participó como interlocutor de la organización terrorista en el conversaciones celebradas en Oslo y Ginebra con el Gobierno socialista en el que se fraguó el fin de la violencia de ETA y en el que intervino el expresidente del PSE-EE Jesús Eguiguren.