La máxima de ERC sigue siendo el referéndum de autodeterminación en Cataluña y Pere Aragonès pide al presidente del Gobierno central “valentía” para pactar la votación. Así lo ha manifestado en una tribuna en el ‘Financial Times’. Costal pecho de que los votos de los independentistas hayan sido esencia a la hora de formar un Gobierno y celebra que una “nueva relación que se abre entre Cataluña y España”. “Damos la bienvenida a esta nueva era de empoderamiento demócrata que debe permitirnos pactar cómo y cuándo votaremos sobre nuestro futuro”, ha escrito.
Pere Aragonès es claro y conciso: “Sánchez tendrá que cumplir con sus compromisos, y nos aseguraremos de que lo haga”. Matiza que desde ERC aprecian los “primeros pasos” del Ejecutante, aunque la “buena voluntad para negociar no puede estar sujeta a los intereses partidistas a corto plazo para estabilizar la investidura o la continuidad del Gobierno”. Agrega que “seremos responsables, pero además exigentes”. Para ERC, Pedro Sánchez debe ser “fuerte más allá de las palabras conciliadoras” y demostrar que quiere resolver el “conflicto de soberanía” de Cataluña.
La voluntad de un pueblo persistente es muy resistente, avisa el President. “Continuaré trabajando hasta que la independencia de mi país se haya rematado democráticamente y no me intimidaré frente a falta o nadie”, anuncia en su artículo. Respecto a la ley de condonación, Aragonès detalla que se “brindará plena sencillez a los presos políticos y exiliados involucrados en el intento de independencia de 2017, así como a todos aquellos en el movimiento demócrata que han experimentado la represión por parte del Estado”.
“Esta condonación es enteramente procesal y coherente con el Estado de derecho castellano y europeo”, sentenciaba el presidente de la Generalitat frente a las voces de la competición que cargan contra la proposición de ley alegando que es inconstitucional. Mientras, ERC quiere su propio verificador en las reuniones con el PSOE diferente al de Junts. Hay varios nombres sobre la mesa.
De momento no se ha confirmado quién será el mediador. Al parecer, las reuniones además tendrían extensión fuera de España. Aunque el PSOE quiere una única mesa, Junts y Esquerra quieren su protagonismo y podríamos tener hasta cuatro verificadores, dos por cada partido.