Aran, un niño de 4 años



Con tan sólo 4 abriles, Aran se ha llevado el examen a mejor pasajero de autobús del año. No sólo eso. Además al más educado y simpático. ¿El motivo? Saludar todos los días a la conductora de su autobús. Siempre coge el mismo transporte de la confín 55 de Barcelona para ir de casa, al cole.

“Siempre le hemos explicado que tiene que saludar como poco común. Él ve que nosotros lo hacemos y él lo hace. Lo que pasa es que Aran se lo tomó como poco muy atún y muy entusiasta : no es un saludo en voz descenso. ¡Es muy potente!”, nos cuenta entre risas el padre, Guillem Murgui. “Pasó de asegurar un hola, a buenos días, de ahí a preguntarnos cómo se llamaba la mujer que conducía el autobús”.

Entrañable relación entre el pequeño y la conductora

Desde entonces nació una entrañable relación entre Laura, la conductora y el pequeño pasajero.

“Desde hace meses le dice buenos días y a la salida del autobús ,cuando descenso por la puerta trasera , corre toda la calle hasta la entrada para poder despedirse y en ese momento se explican cosas, como por ejemplo “Mañana tengo fiesta y no vengo… o buen fin de semana”, relata el padre.

Hace unos días el pibe le contó a la mujer que sería su cumpleaños. Así que este pasado lunes, ayer de que Aran se marchara, Laura le pidió que subiera un momento al bus y le dio un paquetito: “tuvimos que abrirlo muy rápido porque ella tenía que continuar su ruta”. Guillem cuenta que cuando Aran abrió su regalo, se le iluminó la cara. No daba crédito. Era un trofeo con una placa de Transportes Metropolitanos de Barcelona con su nombre y acompañado de un mensaje: premio al mejor pasajero de TMB del año, al más educado y al más simpático. Además había dos huevos de chocolate.

“Fue maravilloso… un examen a poco tan elemental como la buena educación. A nosotros, los papás, se nos cae la salivazo… al final es instaurar un habilidad que a veces hemos perdido como sociedad… Adicionalmente se contagia, porque de alguna modo vemos que todavía lo contagiamos a otros niños y a otras personas del autobús”.

Uno de los mejores regalos

El padre relata que éste es uno de los mejores regalos que podrían hacerle por que el pequeño siente fascinación por todo lo que está relacionado con los autobuses, las cocheras, los conductores… y añade que con ellos ha aprendido números y trivio. “Por su propio interés quería enterarse y entender qué significaba ese misterio que estaba en el autobús, empezó con el 13 y de ahí pasamos a apropiarse nuevos números y vimos que había trivio y todavía las empezó a confesar”, dice Murgui.

Nos cuenta que es un pibe muy risueño y que en el ciudadela todos lo conocen por que besalamano en las tiendas, en la panadería… y como no, a nosotros todavía nos ha recibido con una sonrisa. Nos ha entregado los buenos días y con mucha educación todavía nos ha consultado si nosotros teníamos que coger un autobús para retornar a la redacción.

Un pequeño muy hablador y muy “dicharachero” que no sólo le ha robado el corazón a Laura, la conductora, sino a nosotros, todavía.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *