Los últimos incidentes con embarcaciones españolas reavivan la tensión en una zona marítima que reclaman España y Reino Unido. El ambiente preelectoral en la Península es un factor añadido al litigio
Se llama ‘Mi Daniela’, es un pesquero afincado en La Línea de la Concepción y su nombre es el del último protagonista de una historia que se remonta a 300 años detrás, el de la disputa por las aguas que rodean el Peñón de Gibraltar.
‘Mi Daniela’, según denunció su dueño, Jonathan Sánchez, fue acosado y acosado este pasado lunes por una patrullera de la Aduana de la colonia británica y otra de la Real Policía de Gibraltar a una milla náutica de la costa este de Gibraltar, en aguas que ese Gobierno considera propias y que son escenario de fricciones y altos cargos diplomáticos. tensión entre manera repetida. Especialmente en verano.
Las aguas que rodean el Peñón, las que aún están en disputa más de tres siglos después de la firma del Tratado de Utrecht, son el escenario en el que la policía del Península, agentes españoles y pesqueros de La Línea tienen sus enfrentamientos de mayor o menor intensidad. En las últimas semanas han sido varios los incidentes ocurridos en esa zona de la Bahía de Algeciras, aunque, de momento, sin llegar a lo ocurrido en 2012, cuando el patrón del Divina Providencia, Francisco Gómez, fue incluso acusado de varios delitos graves y fue citado a declarar ante el Tribunal de Gibraltar.
La temporada estival transcurrió sin mayores sobresaltos respecto a Gibraltar, más allá del ansiado acuerdo post-Brexit que no acaba de llegar. Sin embargo, hace unos días, los efectivos del Servicio de Vigilancia Aduanera español estaban casi expulsados de las aguas que rodean el Peñón cuando perseguían un barco que navegaba sin luces. El detonante del regreso de la tensión al Estrecho había desaparecido.
Fabián Picardo, ministro principal de la colonia, salió a la palestra indicando que la patrullera española había entrado en aguas que no están bajo su jurisdicción ya que, según entiende, pertenecen a Gibraltar. El Ministerio de Asuntos Exteriores presentó una denuncia en Madrid y lo que parecía un incidente sin más, se convirtió en un conflicto diplomático.
Detrás de estos incidentes hay un conflicto latente y no resuelto en el que España y Reino Unido mantienen posiciones enfrentadas.
Por un lado, el Gobierno español sostiene que el Tratado de Utrecht de 1713 sólo cedió la ciudad, el castillo y el puerto de Gibraltar. Pero no sus aguas y un Sentencia de la Corte Suprema de 2001 lo apoya.
Pero por parte británica, y sobre todo por parte de las autoridades del Peñón, no sólo son suyas las aguas del puerto, sino al menos las incluidas en el tres millas desde la costa, que defiende con patrulleras, con amenazas y, como esta semana, con intimidación a las embarcaciones españolas que las navegan.
Además de los antecedentes históricos, hay que tener en cuenta las circunstancias actuales. En el corral hay un inminente convocatoria electoral. Aún no hay fecha oficial, pero se supone que se celebrarán antes de finales de este año. Picardo, que acumula ya tres legislaturas en el número 6 de la Plaza del Convento, siente, por primera vez y pese a que mantiene cierta ventaja, que puede perder las elecciones al GSD. Por eso algunas voces entienden que siempre viene bien, para consumo interno, sacar pecho ante el vecino español y tocar la fibra del más británico del Rock.
En este nuevo episodio del conflicto, el alcalde de Algeciras y senador del PP, José Ignacio Landaluce, ha pedido al Gobierno en funciones de Pedro Sánchez que defienda los intereses de los agentes españoles y ha recordado a Picardo que la Pluma no tiene competencia alguna. sobre las aguas. Eso fue después del incidente de Gibtral con la patrullera de Aduanas.
Días después el acoso llegó al pesquero Mi Daniela. La Policía Real de Gibraltar emitió un comunicado acusando de varios delitos al marinero de Línea quien a través de redes sociales compartió un video en el que se aprecia el acoso que estaba sufriendo.
La situación se ha repetido, con mayor o menor virulencia, en las últimas horas y ha vuelto a salir a la palestra el eterno conflicto con la vecina localidad de La Línea de la Concepción, en el que pescadores sin víctimas habituales.
Los pescadores exigen diálogo para resolver el conflicto con Gibraltar
Mientras tanto, desde el sector pesquero, ajenos a estas cuestiones diplomáticas y conflictos históricos, lo único que piden es que las partes se sienten a hablar para poner fin a estas incidencias. Aluden a que, en principio, las cosas no empeoran pero cuando empiezas nunca sabes cuándo ni cómo terminarán. Además, señalan que algún día podría pasar algo grave, ya que las situaciones que se viven en el mar no son fáciles.
El gerente de la Organización de Productores Pesqueros Artesanales de Conil/La Atunara (OPP72), Nicolás Fernández, ha reclamado a los gobiernos de España y del Peño que se sienten a establecer el límites de las aguas en los que pueden pescar los buques nacionales.
En nombre del sector pesquero no vamos a parar, que sepa claramente el Gobierno que no vamos a parar hasta que se resuelvan las aguas y hasta dónde pueden llegar los pescadores, dijo Fernández en declaraciones a Europa Press.
En este sentido, ha explicado que los pescadores de La Línea llevan toda su vida faenando en estas aguas y que desde hace unos años el Gobierno gibraltareño ha puesto obstáculos a pescar en esa zona por ser aguas territoriales británicas
No vamos a dejar de luchar, vamos a seguir demostrando que sí lo es. un abuso de las autoridades de Gibraltar, dijo Fernández.
La última, de momento, en salir a la palestra ha sido la consejera andaluza de Pesca, Carmen Crespo, que ha reclamado a Gibraltar que deje de acosar a los pescadores andaluces. y ha solicitado a la ejecutiva de Pedro Sánchez, una acción inmediata.