la desaparición del pequeño ya se considera un caso criminal


Ha pasado más de un mes y medio desde la extraña e inquietante desaparición del pequeño Émile mientras jugaba en el jardín de la casa de sus abuelos en El Vernet, una aldea en el sur de Francia. Hasta el día de hoy, la Policía aún no tiene rastros del niño y lo ocurrido se considera un caso penal.

Este anómalo caso se ha caracterizado por la falta de claridad en las pistas para encontrar a Émile. Lo que comenzó como una búsqueda por la desaparición de un niño de dos años ha desembocado en una investigación judicial por los hechos de secuestro, detención, detención y detención arbitraria de un menor 15 años.

El fiscal de Digne-les-Bains, emmanuel merlín, explica que esta calificación se debe al paso del tiempo y no a pruebas o pruebas. “Esta decisión no está vinculada a la evolución de la investigación sobre la desaparición aún inexplicada del niño de su lugar de vacaciones, pero este marco procesal ofrece más flexibilidad a los investigadores. Es una decisión puramente técnica.“.

Un caso sin pistas

despues de estas semanas no se encontraron nuevas pistas para arrojar luz sobre el caso. Lo único cierto es que dos vecinos del distrito vieron al niño por última vez, se desconoce qué pasó después.

La Policía no descarta ninguna hipótesis ya que cambió la versión inicial de que el niño estaba solo con sus abuelos maternos en el momento de la desaparición: diez personas celebró un Encuentro familiar en casa.

Ante la falta de esclarecimiento y el tiempo transcurrido, la idea de que el niño ha sido secuestrado cada vez toma más fuerza.

La maldición de Le Vernet

La desaparición de Émile no es el único suceso extraño que han vivido los habitantes del pueblo. Hace 15 años, en 2008Jeanette Grosos, propietaria del Café du Moulin, fue asesinado por un cliente dentro del establecimiento.

Asimismo, en 2015 se produjo otra tragedia al estrellarse un vuelo de la aerolínea ‘Germanwings’. se estrelló en los alpes, acabando con la vida de todas las personas que iban a bordo -149 pasajeros-. El registro de vuelo de la cabina y la información adicional mostraron que el copiloto del avión, Andreas Lubitzderribó el Airbus intencionadamente.

Ahora, un nuevo caso, el del pequeño Émile, que quedará grabado en la historia de la pequeña localidad francesa.

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