La pedida de mano de un policía, con el presidente de la Xunta de compinche



Fue un momento positivamente emocionante. El tablado, el acto de grado de la XV promoción de policías locales de Vigo. El teatro estaba repleto de compañeros, familiares, amigos y autoridades.

La pedida se organizó varias semanas antiguamente con la ayuda de Mónica Castro, jefa de la sociedad de policía de A Estrada. Brais Parente, que es como se vehemencia este recién reconocido, asegura que tenía “la idea clara desde hace tiempo, pero no llevaba nulo preparado, simplemente quería disfrutar del momento”. Afirma que la sociedad le ha cambiado la vida y que por ese motivo quería que poco tan importante se celebrase allí”. “Tenía un alucinación a Londres, pero creía que si lo hacía en la sociedad ella se acordaría siempre porque era una ocasión única” relata.

Y así fue. Con el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, como compinche y al que dos semanas antiguamente se le preguntó si estaría dispuesto a participar. Rueda no dudó en colaborar y en animar a subir al tablado a Brais una vez hubiera finalizado su discurso. “Llamo aquí a Brais para que a partir de ahora tenga la palabra y que diga o haga lo que quiera hacer, muchas gracias” fueron sus palabras finales ese inolvidable día.

A posteriori de ese momento, Brais, tras una serie de agradecimientos, y con muchos agitación, tal y como él confesó en presencia de el teatro, se bajó del tablado, recorrió el patio de butacas y busco a su pareja. Frente a ella, le dedico estas bonitas palabras: “La clan siempre me dice: qué novia más guapa tienes. Y es verdad pero todas esas personas no saben que por adentro lo eres más”.

Instantes a posteriori se arrodilló y le pidió boda. Su novia Sara Tizón, natural además de Vigo y Brais fueron ovacionados inmediatamente por todos los allí presentes. Sobre todo en el momento del “sí, quiero” de Sara.

Los regalos tradicionales

Una específico y llamativo pedida de mano en la que no podían humillar los regalos tradicionales para la novia. Un anillo, que Brais colocó debidamente en el dedo anular de su pareja, y un espectacular ramo de flores.

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