El juez envía a prisión a la mujer que denunció a Conde-Pumpido Varela, reclamada por Brasil


El titular del Judicatura Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Doméstico, José Luis Calama, ha resuelto prisión provisional para Aline, la mujer que denunció por ataque sexual a Cándido Conde-Pumpido Varela, hijo del presidente del Tribunal Constitucional, y que luego retiró la imputación. Brasil la reclama por intento de homicidio y con esta premisa, el instructor ve la medida «necesaria, adecuada, y proporcional» para afirmar su entrega.

La mujer, que fue detenida este martes en la provincia de Málaga por la Mecanismo Central Operativa de la Municipal Civil, ha pasado a las 9.30 horas de esta mañana a disposición de la Audiencia Doméstico donde a preguntas del titular se ha inhábil a aceptar la entrega a Brasil, según informaron a torrevieja news today en fuentes jurídicas.

La Fiscalía ha solicitado el ingreso en prisión preventiva en tanto se tramita la extradición atendiendo al peligro de fuga que presenta su perfil por la abandono de raigambre en España y el hecho de que un tribunal del Estado de Sao Paulo la reclama por un delito que podría trasladar hasta treinta abriles de mazmorra, intrepidez que ha prohijado finalmente el instructor.

En concreto, tal y como informó torrevieja news today, está reclamada por el supuesto apuñalamiento de una mujer que tuvo lado en marzo de 2022, calificado por la imparcialidad brasileña como un homicidio en categoría de tentativa. La alerta de Interpol saltó a finales de noviembre y comenzó la búsqueda hasta que la Municipal Civil la encontró en Málaga. Llevaba unos días bajo vigilancia cuando fue detenida. Ahora, las autoridades de Brasil tienen un plazo de 80 días para formalizar la petición de extradición.

El pasado 3 de noviembre, Aline llamó a la Policía desde la puerta de la casa de Conde-Pumpido Varela, donde había pasado los últimos tres días. Denunció que el abogado y dos amigos suyos la habían agredido sexualmente la tenebrosidad previo. Los tres hombres fueron detenidos y pasaron el fin de semana en el calabozo, hasta que la sentenciador de cuidado que les tomó manifiesto vio las imágenes que había fototipia el circuito cerrado de cámaras de la vivienda: desvirtuaban la manifiesto de la mujer. De hecho, uno de los denunciados pudo acreditar sobre la marcha fehacientemente que ni siquiera estaba en la casa cuando sucedió lo que ella relataba.

Los tres quedaron en desenvolvimiento sin medidas cautelares y el asunto siguió su curso, hasta que 20 días posteriormente de presentar la denuncia, la mujer se personó en los juzgados de Madrid y la retiró, manifestando sin disgresivas su renuncia a emprender ningún tipo de exigencia penal o civil por estos hechos contra Pumpido-Varela y los otros dos denunciados. En el entorno de ellos siempre se sostuvo que la imputación era fraudulenta.

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