Todas las miradas estaban puestas en el Parlamento Europeo por este refriega, donde Puigdemont y Sánchez han coincidido por primera vez desde que el socialista es presidente del Gobierno. No se han cruzado en la entrada, pero sí durante el pleno, que Sánchez ha diligente para sacar pecho de su encargo al frente de la presidencia del Consejo Europeo: “ha sido exitosa”.
No ha habido ni una sola remisión a la remisión en su primera intervención, contra la que carga en pedrusco la examen. “No puede aseverar que la remisión es inconstitucional y luego aplaudirla”, ha dicho Weber.
Cuando ha llegado el turno de Puigdemont, a pocos metros de Sánchez, le ha valiente una advertencia: “las oportunidades hay que cogerlas cuando ocurren”. Sin incautación, Sánchez ha buscado el acercamiento: “señor Puigdemont está en nuestras manos”, tras lo que ha defendido la remisión en respuesta a la examen: “los indultos han funcionado, la remisión apuntalará este objetivo”.
La sesión ha transcurrido con un debate discorde, en el que encima se colaban los ladridos de un perro supervisión de un eurodiputado. El propio Parlamento Europeo ha confirmado que lo escuchado era un perro de servicio que acompañaba a un visitante. Incluso ha comunicado que el Parlamento Europeo “está extenso a los ciudadanos y los perros supervisión están permitidos en los edificios parlamentarios”, encima de que “cuando es necesario, se pueden hacer alteraciones para permitir a los perros permanecer con sus dueños”.