regresar a su pueblo natal para reencontrarse con los suyos



Casi 15 horas de delirio en camilla, con dolores y un delicado estado de vitalidad, pero Josefina Castilla ha conseguido cumplir su sueño: delirar hasta a su pueblo oriundo, Vélez de Benaudalla (Obús) para reencontrarse con sus familiares y vecinos. “Ya me en voz baja aquí en mi casa, es lo que yo quería”, esas han sido sus primeras palabras al montar a la ciudad y encontrarse con los suyos. Sus vecinas la han recibido entre abrazos y le han mostrado su alegría por volverla a tener cerca.

La mujer, de 76 primaveras, está impedida en una cama como consecuencia de una arterioesclerosis múltiple y una isquemia crónica que le ha producido necrosis en una pierna y le impide tener movilidad. En los últimos primaveras, la situación ha empeorado y el pronóstico de los médicos no es dispuesto.

Adecuado a esta situación, hace unos primaveras que Josefina se trasladó a Palma de Mallorca, donde reside con su hija y recibe sus cuidados a diario ya que no puede valerse por sí misma. No obstante, en su conmemoración siempre ha estado su pueblo, sus vecinos y su patrón.

“Los médicos me decían que no era posible trasladarla en su estado. Pero con fuerza, ganas e ilusión todo se puede. Yo le prometí que le ayudaría a cumplir su sueño, que tenía que hacerlo como fuera y que tenía que hacerlo en vida. Ahora ella está en casa y oportuno. Mi matriz es otra desde que ha llegado, parece que le ha entrado una inyección de energía”, cuenta su hija Ana Hernández.

La Fundación Ambulancia del Deseo ha hecho sinceridad su sueño

Hernández no dudó en ponerse en contacto con la Fundación Ambulancia del Deseo, que ha hecho posible este traslado en una ambulancia medicalizada desde Valencia a Vélez de Benaudalla (Obús). Previamente, ha viajado en barco desde Palma hasta el puerto de Valencia. Ha estado atendida en todo momento por personal retrete: “Ha sido un delirio muy desprendido en el que ha sufrido muchos dolores por el estado de su pierna. Ha sido muy complicado, especialmente el traslado del camarote del ferry a la ambulancia, pero al ver su cara de alegría al montar, creo que todo ha digno la pena”, asegura Miguel Serafín Gallardo, técnico de emergencias sanitarias y voluntario de la Fundación.

“Nos encargamos de cumplir los deseos de aquellas personas que están en situación terminal o crónica. Para nosotros es muy importante el estado emocional del paciente”, relata Gallardo.

Lo primero que ha hecho Josefa al montar a su ciudad oriundo es presentarse a su patrón, San Antonio, para darle gracias. Acompañada de vecinos, de familiares y del párroco ha pasado sus primeras horas en esta ciudad granadina donde piensa quedarse una vez cumplida su última voluntad.

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