La Fiscalía recurre la absolución del octogenario que mató a un ladrón en su casa


La Fiscalía quiere revocar la absolución de Pablo Rigo, el octogenario de Porreres (Mallorca) que mató con una escopeta de caza a uno de los ladrones que asaltaron su domicilio en febrero de 2018. El Servicio Manifiesto ha pedido al Tribunal Superior de Honestidad de Baleares (TSJB) que se repita el sensatez escasamente dos semanas posteriormente de que la magistrada del caso dictara sentencia y lo absolviera.

La inculpación pública considera que el sensatez al anciano de 83 abriles es inepto tras detectarse varios errores materiales, tanto en los planteamientos como en la votación del tribunal popular. Pide para el anciano, de 83 abriles, una condena de cuatro abriles de prisión con una eximente incompleta.

Rigo fue público culpable con una mayoría insuficiente con cinco votos a merced y cuatro en contra, pese a que se necesitaban al menos siete. La Fiscalía de Baleares pidió a la Audiencia que volviera a ser audiencia, tras reparar este error en el veredicto del que nadie se había hexaedro cuenta.

Como consecuencia, la magistrada ordenó la repetición del sensatez en el Tribunal Superior de Honestidad de Baleares sin dictar sentencia. Pero la nueva defensa de Rigo, ejercida por el abogado Jaime Campaner, pidió su absolución alegando que el comisión descartó por unanimidad que hubiera disparado con intención de causar la asesinato al atracador.

La magistrada del caso, que inicialmente declaró inepto el veredicto popular y ordenó repetir el sensatez, finalmente dictó sentencia y absolvió a Rigo. Este caso sin precedentes vuelve a dar un viraje de guion y podría concluir frente a el Tribunal Supremo.

Los hechos ocurrieron la mañana del 24 de febrero de 2018. Uno de los acusados, conocido como ‘Pep Merda’, sabía que Rigo guardaba gran cantidad de mosca en su casa y propuso a otro de los procesados, Marcos Rotger, ir a robarle. Éste le comentó el asalto a los hermanos Fredy y Mauricio Escobar, de 25 abriles, y entre los cuatro se pusieron de acuerdo para dar el porrazo.

Los acusados realizaron vigilancias en la finca y decidieron que los hermanos entrarían para sustraer el mosca que hubiera en la caja musculoso mientras los otros les llevarían hasta allí en coche y luego les recogerían. Fredy y Mauricio se colocaron unos pasamontañas para evitar ser reconocidos, se pusieron unos guantes y empuñaron dos patas de chiva para brindar la caja de seguridad.

Estuvieron esperando fuera del domicilio hasta que salió Pablo Rigo. Fredy le cogió por la espalda, le tapó la boca para que no gritara y le pidió que abriera la caja musculoso mientras Mauricio entró en el domicilio, donde se encontraba la mujer. El delincuente la empujó por la espalda y la tiró sobre la cama. Fredy y Pablo Rigo fueron al sótano, donde estaba la caja musculoso, el retirado la abrió y regresó con su esposa. Los hermanos cargaban unas mochilas con mosca cuando el retirado cogió una escopeta de caza que tenía en la habitación y se dirigió al salón.

Mauricio y Fredy pretendían salir de la casa con el mosca, pero se vieron sorprendidos por Pablo Rigo, que disparó al primero en el barriga. Fredy empezó un forcejeo con el retirado para arrebatarle el armamento y le golpeó en diversas partes del cuerpo. Al final consiguió quitársela y salió de la vivienda con su hermano en la espalda y una mochila con mosca. Mauricio falleció en el hospital tras un shock hemorrágico por el disparo.

«Querían robar en una casa y necesitaban concurrencia. Me dijeron que ya lo habían hecho ayer y que no me preocupara de mínimo», declaró Fredy durante el sensatez, exculpando al anciano. «Él no quería matar a mi hermano, lo provoqué yo. Mi hermano no era un atracador, él solo venía conmigo. Es por esto que me entregué, para que se supiera toda la verdad».

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