La residencia es una ampliación del mismo centro ocupacional, que cuenta con 25 usuarios de las comarcas de Carballiño y O Ribeiro, y solo está irresoluto para funcionar de la osadía de actividad que tiene que conceder la Xunta de Galicia luego de la corrección de las deficiencias que detectó en la correspondiente inspección y luego de que la entidad remitiera el documentación de que han sido subsanadas.
Así lo explicaba el portavoz de la asociación, Manuel Amil, que presentó a la directora del establecimiento, Cristina Lorenzo Iglesias.
Dispone de 16 habitaciones dobles, 8 individuales y cuentan con el compromiso de la Xunta de que 16 serán concertadas.
La inversión total fue de 1.472.000 euros, de los que 1.136.462 se destinaron a la construcción iniciada en 2021 y 335.618 al suministro. La Xunta aportó 654.735 euros tras optar el plan a una lista de ayudas compitiendo con más de 50 asociaciones; la Diputación concedió una subvención de 300.000 y el Concello de Carballiño, 50.000 euros. Todavía se recogieron las donaciones de vecinos y empresas, que sumaron 467.344 euros.
Manuel Amil apuntaba que la entidad seguirá manteniendo abiertas las cuentas bancarias para aceptar donativos, porque aunque la residencia está pagada en su totalidad, pretenden crear un fondo para ayudar a los usuarios de bajos fortuna a abonar las plazas. En ese sentido, recuerda que a 31 de diciembre finaliza el periodo para que las donaciones desgraven en la revelación de la renta (por ejemplo de 150 euros donados, Hacienda devuelve el 80%.).
“Na residencia non hai talante de rendimiento”, matizaba, señalando que el objetivo es “manter un estabilidad entre ingresos e gastos”, contando con que dará empleo a entre 10 y 12 trabajadores.