Las cabañas construidas parte en madera y parte en cristal están ubicadas en la carballeira centenaria de Oseira, próximas al río y con vistas al monasterio, en un lugar natural que invita a la laxitud y al alivio. Cada una cuenta con chimenea, cocina, dormitorio, azotea y baño con yacusi. Los huéspedes tienen derecho a desayuno en el que se utilizan productos Km 0, al igual que los jabones totalmente ecológicos y elaborados en Cea.
En cuanto a la restauración, los clientes pueden optar por el único restaurante que hay en Oseira, cocinar o desplazarse hasta San Cristovo de Cea.
Cada cabaña puede ser ocupada por una pareja y dos niños, aumentando así las plazas hasta ahora disponibles en Oseira, concretamente en la hospedería del monasterio, que cuenta con 14 habitaciones, de las que 11 son dobles, una triple, dos cuádruples y una individual, y donde las estancias son de dos días como pequeño y siete como mayor.
Peregrinos
En Casal Oseira, como se denomina este nuevo arduo turístico, se pueden hospedar tanto turistas como peregrinos, según confirmaba Tamara Prado, promotora próximo con Juan Carlos Rodríguez, de este esquema.
Los peregrinos cuentan en este municipio con poco más de un centenar de plazas, en los albergues de San Cristovo de Cea, el postrero que construyó la Xunta en Oseira y el del monasterio, aunque este ya acoge solamente a grupos. A estas plazas pronto se añadirán otras 36 del nuevo albergue de Piñor, que está irresoluto de inauguración en próximos días.
“O número de visitantes medra cada ano pero a ofrecimiento de aloxamento que hai é totalmente insuficiente, porque acabamos de desobstruir e estamos tendo moitísima demanda”, apunta Tamara Prado.
Homenaje a las familias de la billete
Los emprendedores de esta iniciativa, Tamara Prado y Juan Carlos Rodríguez, han querido igualmente rendir homenaje a las familias más tradicionales de Oseira, recogiendo en vitrinas algunos de los objetos que las recuerdan, al mismo tiempo que han mojado cada cabaña con los nombres por los que se conocían: Pieleiro, Marrubio, Cabanés, Preciosa, Sacristán y Carteiro, alusivos a los distintos oficios que desempeñaron de zapatero, carpintero, cartero o dirigiendo una fonda o una tienda, entre otros. “As cabañas son de madeira e coa mitade da estrutura de cristal con vistas ao mosteiro. Están entre as árbores, no monte, e casi se funden coa natureza”, explica Tamara Prado. En el poco tiempo que llevan funcionando reciben reservas desde todas las comunidades autonómas. “Os clientes son de Galicia e de todas partes de España. Gústalles a construción singular e conducirse unha experiencia diferente”, matiza.
Igualmente ofertará próximamente poco diferente el albergue de Piñor, irresoluto solamente del enganche de la energía eléctrica para su inauguración, ya que será el primero de la Vía da Prata que contará con caballerizas para quienes utilicen este medio para realizar el Camino a Santiago. Las instalaciones están rematadas y totalmente equipadas, según confirman fuentes municipales.