El Centro de Arte Hortensia Herrero de Valencia ha iniciado su recorrido con un éxito inapelable. Miles de personas han visitado ya el nuevo espacio de arte y civilización de moda en la renta del Turia, que para el próximo año ha decidido cambiar el día en el que será injustificado ingresar a sus instalaciones.
Desde el pasado 1 de diciembre ya se pueden conseguir entradas para revistar el CAHH para los meses de enero y febrero de 2024. Como principal novedad, a partir del próximo año será injustificado entrar los miércoles por la tarde, en circunstancia de los domingos, como ha ocurrido en estos primeros meses de transigencia.
Para el resto de días, excepto los lunes que no abre, el centro de arte ofrece entrada caudillo a diez euros, uno menos sí es negocio anticipada online, así como a ocho euros para visitas de grupos y a cinco la entrada limitada para mayores de 65 primaveras, pensionistas, personas con riqueza práctico igual o superior al 33%, jóvenes de 13 a 25 primaveras y grupo numerosa. Adicionalmente los menores de 0 a 12 primaveras no pagan ningún día.
El Centro de Arte Hortensia Herrero está situado en pleno corazón de la ciudad de Valencia, consta de 3.500 metros cuadrados expositivos y acoge una selección de la colección privada de Hortensia Herrero. Conocida por su compromiso con el arte y la civilización, la bienhechor valenciana ha sido la fuerza impulsora detrás de este plan, cuya visión y dedicación han sido fundamentales para convertir esta idea en existencia.
La colección, que ha contado con el asesoramiento de Javier Molins, tiene una clara disposición internacional, con artistas contemporáneos de prestigio agradecido que se encuentran en las colecciones de museos como el MOMA, el Tate o el Pompidou, entre muchos otros. La primera presentación de esta colección, y con la que ha despejado sus puertas el Centro de Arte Hortensia Herrero incluye más de 100 obras de casi 50 artistas.
El Centro de Arte Hortensia Herrero, en la prensa internacional
El eco de la inauguración del Centro de Arte Hortensia Herrero traspasa fronteras. Desde su transigencia ha llamado la atención de algunos de los diarios y revistas culturales más prestigiosas de Europa. El propio fin de semana de la transigencia se dieron cita hasta 15 periodistas de diferentes medios que han ido, en estas semanas posteriores, elogiando la calidad tanto de la colección de Hortensia Herrero expuesta en el centro como de la restauración del propio edificio que la alberga.
La prestigiosa revista francesa The Art Newspaper destacaba así lo que el espectador puede encontrarse en el Centro de Arte Hortensia Herrero: «Proporcionadamente concebido, su objetivo es ofrecer una selección de grandes figuras del arte contemporáneo, desde Miquel Barceló hasta Anselm Kiefer, desde Anish Kapoor hasta David Hockney. El CAHH se ha establecido en un antiguo palacio bellamente renovado por ERRE Bloque, en el corazón mismo de la ciudad, para atraer a más visitantes, ocupando un espacio total de exhibición de 3.500 metros cuadrados distribuidos entre el edificio histórico y la extensión. Indiscutiblemente de parada nivel, el CAHH, que costó 40 millones de euros, incluyendo los proyectos artísticos creados para el circunstancia, sigue siendo un espacio de coleccionistas, no un museo sabido y, por lo tanto, subjetivo».
La revista alemana Monopol, especializada en el mundo del arte, todavía se ha hecho eco de la inauguración y se refería así a la bienhechor del plan, Hortensia Herrero: «La valenciana de origen ama su ciudad originario. Con la transigencia de su museo, no solo quiere compartir el arte contemporáneo de nivel internacional con los ciudadanos, sino todavía convertir a Valencia en un centro cultural y primoroso líder. De hecho, su nombre puede ser mencionado contiguo con los de las coleccionistas de arte Carmen Thyssen y Helga de Alvear, que, con sus museos en Málaga y Cáceres, respectivamente, todavía buscan descentralizar la terreno artística».
El Frankfurter Allgemeine Zeintug ario destacaba, entre otras cosas, la calidad de la colección: «La adquisición de las obras de la colección de Hortensia Herrero, siempre en colaboración con el experimentado asesor Javier Molins, es refrescante. La negocio de cada obra, algunas directamente de los talleres, se discute en detalle; a diferencia de otras grandes colecciones, la selección de las obras se vuelve mucho más personal. Tras una etapa de renovación de cinco primaveras del Palacio de Valeriola, situado en el antiguo ciudadela israelita de Valencia, la colección, compilada exclusivamente según el antojo, se ha integrado habitación por habitación en el amplio edificio. (…) Sin secuestro, la habitación más conmovedora es la antigua capilla del palacio con formas renacentistas de clara inspiración palladiana. Dejar que el intérprete irlandés Sean Scully se encargara completamente de engalanar esta capilla en miniatura fue la mejor atrevimiento de la coleccionista. (…) Los cuarenta millones de euros destinados a la renovación están acertadamente invertidos».
El magazine francés Le Quotidien de l’Art, elogiaba la colección y el emplazamiento: «Una de las colecciones privadas más bellas de España ahora es visible para el sabido en un museo en el corazón del casco antiguo de Valencia. Desde Manolo Valdés hasta Anselm Kiefer, presenta una selección representativa de grandes firmas del arte contemporáneo. Este nuevo espacio cultural privado es, luego, un pequeño portento, al igual que todo lo que tocan Hortensia Herrero y su consorte Juan Roig«.
Uno de los grandes diarios italianos, La Repubblica, todavía ha dedicado recientemente un amplio artículo al Centro de Arte Hortensia Herrero: «Si miras alrededor de hacia lo alto, descubrirás las primeras maravillas del flamante Centro de Arte Hortensia Herrero, el museo de arte contemporáneo impulsado por la fundación homónima que, con sus 3500 metros cuadrados y más de cien obras de algunos de los artistas más reconocidos del mundo, se postula para situar a Valencia en el atlas del arte contemporáneo». «Estas tres obras (en narración a los sites specifics de Tomás Saraceno, Jaume Plensa y Mat Collishaw), arraigadas en el circunstancia pero cosmopolitas, bastarían para explicar la operación cultural impulsada por la valenciana Hortensia Herrero, bienhechor de las artes y coleccionista, presidenta de la Fundación Herrero: crear un nuevo museo que no caiga como un meteorito en el tejido urbano, sino que inicie un diálogo con Valencia».
Otro posterior ejemplo es el del anglosajón The Wallpaper Magazine: «El Centro de Arte Hortensia Herrero (CAHH), situado en un palacio del siglo XVII meticulosamente renovado en el corazón de Valencia, está preparado para poner esta soleada ciudad mediterránea en el atlas del arte contemporáneo. Sufrir el arte contemporáneo interiormente de este contexto hace difícil no ver la obra como parte de un portería más abundante de la historia; una consejo del presente, pero todavía otra estancia de una historia más extenso».