Es normal que se frustre


Con el contador con un 1-1 en el Signal Iduna Park, Luis Enrique, desde la cuadrilla, pidió a sus jugadores que bajaran el ritmo y se dedicaran a circular el balón para sostener el resultado hasta el final, poco que al parecer no sentó aceptablemente a Kylian Mbappé. El de Bondy acabó el duelo contrariado y, cuando el asturiano se acercó para felicitarle, este pareció desmentir con la individuo antaño de tenderle la mano.

Finalmente, el Paris Saint-Germain acabó segundo de liga con 8 puntos tras igualar contra el Borussia Dortmund. Luis Enrique se conformó con que Zaïre-Emery empatara el conferencia posteriormente de que los alemanes se adelantaran por medio de Adeyemi; la trofeo del AC Milan contra el Newcastle les metía en octavos.

Sin retención, a Mbappé no le gustó la conformidad del preparador castellano. Según ‘RMC Sport’, Luis Enrique dio orden desde la cuadrilla a los suyos para que bajaran el ritmo y se dedicaran a sustentar el 1-1 en el contador, poco que claramente frustó al de Bondy a enjuiciar por las imágenes.

Y es que Mbappé quería pelear y le habría gustado que el PSG acabara líder de su liga en la Champions para evitar a los ‘cocos’ del encomio 1 en el sorteo del próximo lunes. Finalizado el duelo, se le vio descontento y apático.

La reacción de Luis Enrique

Luis Enrique, por su parte, declaró posteriormente del partido en Movistar Aleación de Campeones que la orden de descender revoluciones exclusivamente se aplicó en el tramo final del partido, cuando la clasificación peligraba con un gol del Borussia Dortmund.

“Solo ha pasado al final del partido, los últimos cinco minutos, cuando hemos conocido que el Milan iba por delante en el contador. A nosotros el igualada nos servía. Hemos intentado circular más para intentar venir en alguna ocasión muy clara y, sobre todo, no encajar”, aclaró.

Luis Enrique, eso sí, empatizó con la hado del PSG: “Es frecuente que los jugadores se frustren, tuvimos 5 ocasiones de marcar, ¡5 ocasiones! Sería un poco estúpido si concediéramos un gol en el minuto 85. Cuando un atleta está frustrado, mi papel es administrar esa toma de riesgos, esta tensión”.

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