Posteriormente del anuncio de Jordi Turull, el presidente del Gobierno tardó más en consentir y, por consiguiente, preparó mejor su respuesta a los periodistas
El anuncio de que Sánchez se reunirá con Puigdemont hecho por Jordi Turull se conoció en Bruselas poco antaño del inicio de la reunión del Consejo Europeo, cuando el presidente del Gobierno estaba a punto de salir del hotel donde se aloja en la caudal comunitaria hasta el edifico ‘Europa’ donde se celebran las sesiones de las cumbres.
Los servicios de prensa de Moncloa estuvieron anunciado varios «retrasos» en el horario de la presentación de Sánchez, lo que se interpretó como una modo de percibir poco de tiempo y preparar la reacción a la anuncio, puesto que el inesperado anuncio de Turull parecía la concreción de las amenazas que le había animado el propio Puigdemont en el pleno del parlamento Europeo, donde mencionó que los incumplimientos pueden tener «consecuencias que no son agradables».
De todos modos, a su presentación a la reunión del Consejo, Sánchez acabo repitiendo la misma proposición que la portavoz del Gobierno Pilar Alegría y dijo que tal reunión «no está en la memorándum» pero sin descartarla en ningún caso. Preguntado directamente el presidente del Gobierno no ha descartado la reunión con Puigdemont, pero se ha centrado en memorar que el 21 de este mes se verá en Barcelona con Pere Aragonès (ERC), presidente de la Generalitat.
«Veo mi memorándum y en mi memorándum lo que veo es una reunión con el presidente Aragonès como consecuencia de la turista que vamos a hacer a la inauguración del Super Computador en Barcelona», ha inscrito Sánchez, informa Servimedia. Y ha insistido en que su memorándum es «pública y absolutamente transparente» y «lo que tengo es una «reunión con el presidente de la Generalitat el 21 de diciembre».