La Asamblea de Madrid ha vuelto a forcejear este jueves sobre las reformas de las leyes Trans y LGTBI de la Comunidad de Madrid, aprobadas en 2016, y una vez más la tensión se ha disparado en una sesión en la que la diputada Carla Antonelli y la izquierda en militar ha residuos numerosas descalificaciones contra los diputados del PP por padecer delante esta modificación procesal. Los populares han defendido su reforma para quitar carga ideológica a las leyes en vigor y proteger a los menores.
«¡Sinvergüenzas!», ha exclamado Antonelli cuando ha desidioso la tribuna de oradores tras destruir su intervención. «Son ustedes muy malas personas», ha soltado. «¡No nos suicidamos por ser trans, nos quitamos la vida porque nos hacéis la vida difícil!», ha exclamado Antonelli, en un momento positivamente dramático y tenso del debate parlamentario.
Carla Antonelli, en una intervención muy pasional y vehemente, se ha dirigido a la portavoz del PP, Mónica Lavín, y le ha preparado de que pasará a la historia como una persona tránsfoba, porque ese debate quedará en el conmemoración de la lucha por los derechos de estas personas.
La diputada del PP ha mantenido las formas y sin arredrarse ha replicado que «no tiene miedo» a todas las críticas que estaba recibiendo desde la izquierda. Lavín ha asegurado que las reformas de las leyes Trans y LGTBI se han planteado para quitar carga ideológica a las normas y, sobre todo, para dar más protección y seguridad jurídica a los menores, y permitir que puedan tener cortejo permanente delante un proceso ‘trans’.
«Equiparar Madrid con Rusia es mentira, inmoral y un poquito homófobo», ha reprochado la diputada del PP al portavoz del PSOE, Santi Rivero. Desde la izquierda se había asegurado que la Comunidad de Madrid pasa ahora a formar parte de los lugares homófobos del mundo, como Rusia, Irán o China.
En el debate de este jueves estaban sobre la mesa las enmiendas a la totalidad que han presentado Más Madrid y PSOE para tumbar las dos reformas, que estos partidos consideran más proporcionadamente una «derogación» verdadero de las leyes en vigor. Vox se ha puesto del banda del PP, y aunque defendía precisamente eso, su derogación, se ha conformado con una reforma que supone tocar profundamente las leyes y quitarle la «carga ideológica» que tenían.
La diputada de Más Madrid Carla Antonelli se ha referido a la «miserable derogación» de las leyes, y a partir de ahí sus palabras han sido un torrente de acusaciones al PP por lo que considera un retroceso en la defensa de los derechos de las personas trans.
«Es una abominación», ha asegurado. «Una bazofia legislativa». Incluso cree que supone una derogación de una parte de la Constitución: «Quieren derogar de facto nuestra Carta Magna, los artículos 10 y 14».
«Nos dejan a los pies de los caballos en esta Comunidad. Madrid pasará a ser división menos seguro y muchísimo más violento para las personas trans y LGTBI. ¡Qué vergüenza!» «¿Por qué nos odian?», ha preguntado. «Son ustedes muy malas personas. ¡Sinvergüenzas!». Antonelli se ha dirigido a una diputada de Vox, porque, según ha explicado, está preocupada por los «orgasmos de las personas trans». «¡Salgan ya de nuestras bragas!», ha exclamado. «¡Son muy molestas! Quien penuria tiene, con pan sueña».
Desde el PP, la diputada Mónica Lavín ha defendido que la reforma es «moderada, rigurosa, está proporcionadamente pensada y es cariñosa con los derechos y la protección efectiva de todos». Lavín ha procesado a la izquierda de querer añadir a las leyes más ideología, manipulación y pastoreo de los que «consideran que son su manada». «Insultan a los homosexuales que no comulgan con su credo y les resultan incómodos».
Por Vox, José Antonio Fuster ha asegurado que la ley Trans en vigor «va en contra de la ciencia, la ley natural y la biología», y «destruye el interés superior del chaval, que es apoyar su integridad física y mental».