La reforma laboral y el cierre de explotaciones hunden la contratación en el campo


La reforma laboral, el cierre de explotaciones agrícolas, y principalmente ganaderas, así como la entrada contundente de la mecanización, por otra parte positivas para mejorar la calidad de vida de quienes continúanhan hundido la contratación en el sector primario en un 20,3 por ciento este veranoen relación al periodo estival de 2021, aunque es al menos la mitad que el de otoño nacional, donde estuvo cerca del 39 por ciento. Castilla y León registró 20.788 contratos de trabajo en agricultura y ganadería en el mes de julio de este año, el 65 por ciento de ellos, indefinidos, una de las consecuencias de la reforma laboral, en un sector en el que hay un gran porcentaje de empleo temporal por circunstancias productivas.

Esta cifra global significa 6.000 contratos menos que en 2021un año, previo a la entrada de la reforma laboral, vigente desde el 1 de abril de 2022, cuando tres de cada cuatro trabajadores contratados por otros en el sector eran por ‘trabajo y servicio’, es decir, por el tiempo establecido de duración del las obras específicas, figura que se utilizaba sobre todo en la agricultura en épocas de cosecha, riego o recolección de cultivos, como la patata.

Ahora el escenario es bastante diferente. El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujoaseguró que en general, el empresario agrícola y ganadero “Le está siendo muy difícil encontrar mano de obra para trabajar en el campo”, algo que se complica aún más si la demanda es de empleo “cualificado y nacional”. “Es necesario contar con trabajadores sin conocimiento del tema, que nunca antes hayan hecho este trabajo y no tengan experiencia, a quienes se les enseñe su trabajo en la finca el día que inician. Para determinadas actividades estacionales, cuando el trabajador ha aprendido, se acaba el trabajo”, lamentó Dujo en declaraciones a Ical.

El dirigente sindical atribuyó la notable caída de la contratación a otros tres motivos, además de la reforma laboral. La primera, en la que el sector ha insistido desde hace décadas, es la crisis galopante que vive la agricultura y la ganadería y que ha obligado al cierre de “bastantes explotaciones, en el mayor número de casos, de ganaderos”. “Si cierra, ya no contrata mano de obra. Esos empleos se pierden», explicó.

En segundo lugar, se encuentra el mecanización agrícola consolidada, “cada vez más”, como por ejemplo en el ganado lechero, donde se han instalado robots de ordeño “que lo hacen solos o grandes salas que requieren menos mano de obra”. Esta mecanización evidentemente también ha llegado a la agricultura, donde la recolección de la uva o de la patata es cada vez menos manual.

Finalmente, en un año “tan catastrófico” como 2023, con sequía y un notable aumento de gastos por la subida de precios, el agricultor y ganadero “se las arregla como puede”, prosiguió Donaciano Dujo, “y intenta tener los menores gastos posibles ». Este apartado también incluye reducir la contratación de personal y pedir favores a familiares o amigos en momentos puntuales de las diferentes campañas. También ha tenido que ver con el hecho de que Numerosas explotaciones ganaderas han reducido el número de su rebaño con el sacrificio de animales.. “Antes necesitaba tres trabajadores y ahora sólo dos”, justificó.

El presidente autonómico de Asaja advirtió que “son muchas las causas que poco a poco están reduciendo el número de trabajadores temporales en el sector”. Sin embargo, a pesar de estas condiciones, Dujo destacó la dinámica de la industria, porque mientras se reduce el dato de afiliados a la Seguridad Social por cuenta propia, crece la plantilla fija asegurada por otros. “Es la realidad de Castilla y León”, reflexionó

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *