«No me conformo solo con gobernar; quiero ganar»


La convención política de los socialistas gallegos no es solo la puesta de desprendido oficial de José Ramón Gómez Besteiro como candidato a la Xunta, sino todavía una especie de sesión terapéutica para motivar al partido frente a la inminencia de las autonómicas. Las encuestas no pintan aceptablemente. Y en esas el PSdeG se encomienda a Pedro Sánchez, como si fuera una especie de estampita de casto para los socialistas. «Si cualquiera en este mundo es capaz de hacer posible lo increíble eres tú», le ha obligado José Ramón Gómez Besteiro.

El PSdeG necesita creerse que es posible el cambio en Galicia. Este sábado, en la inauguración de la convención, el mantra más cliché era sobreponerse a la desmoralización. «La derecha quiere resignarnos a radicar en un día aburrido perpetuo», señaló Besteiro en su primer gran discurso como candidato, «llegó el momento de que la derecha pierda para que Galicia gane». Su proclama frente a los cerca de mil asistentes fue rotunda: «No me conformo solo con presidir, quiero vencer». Su rival no es solo el PP, del que se ha hablado y mucho el sábado en la Ciudad de la Civilización de Santiago de Compostela, sino el nacionalismo que sigue por delante del PsdeG en todos los sondeos. Pero ni una palabra, ni buena ni mala, para el BNG en el relatorio de Besteiro.

Ministro que no fue

El candidato ha frotado el sábado la estampita de Sánchez. Este le ha respondido revelando que le ofreció ser ministro en esta nueva tiempo que acaba de abrir, «pero me dijo ‘Pedro, no, porque aspiro a ser el próximo presidente de la Xunta de Galicia’». El presidente del Gobierno ha vaticinado que «en la Xunta habrá cambio» el próximo año, «tendremos a un nuevo presidente y desde Madrid nosotros, con el gobierno de coalición progresista, haremos avanzar a Galicia».

El argumento de Sánchez es que, en la presente, el Ejecutor de Alfonso Rueda se dedica «a confrontar» y no «a cooperar» con el Gobierno de España. «La dinámica en Galicia cambiaría completamente» con un socialista en Monte Pío, ha venido a proponer. Pero más allá de rememorar las líneas de muy suscripción tensión aprobadas esta semana para Ferrol, As Pontes y Vigo –que acumulaba meses de retraso–, ha pasado de puntillas por los trenes Avril que no terminan de arribar, por el medio contra la ley gallega de encargo del margen, por la congelación de los fondos next-generation para los grandes proyectos industriales de la Comunidad…

Eso sí, ha explicitado «un compromiso con los derechos de la ciudadanía, con el avance frente al retroceso». «Galicia no quiere más prórrogas, ni más momentos de parálisis ni resignación, y esa Galicia social que avcanza la representa José Ramón Gómez Besteiro».

Reivindicación personal

El candidato ha entendido su intervención como una suerte de reivindicación personal. «El PP hizo lo increíble para que no estuviese aquí», ha afirmado, «lo siento mucho por ellos». Como si su calvario legal hubiera estado determinado por la derecha gallega y no por la enjuiciador Pilar de Lara. Llamativa consejo en estos tiempos en los que el PSOE coquetea con el discurso del ‘lawfare’ que tanto gusta a los independentistas catalanes. «A mí ya no me apartan del camino», ha sintetizado.

Para Besteiro, «estamos aquí porque no asumimos la apatía como forma de gobierno ni la inercia como hoja de ruta», y ha resaltado el papel de la convención política que hoy se clausurará «como una indicación a la energía, la demostración de nuestro compromiso inquebrantable para modificar la ingenuidad de nuestro país». «La ingenuidad es que los gallegos sienten que su tierra es más pequeña hoy que hace una decenio y media», y «la desliz de visión, de energía, la apatía de la derecha, dejó a Galicia a la deriva».

No podía fallar la apelación a convertir a Galicia «todavía en ese dique de contención contra la deriva reaccionaria que está a infectar nuestras sociedades», a pesar de que Vox casi nada tiene un solitario concejal en el conjunto de la Comunidad, sin representación de diputados regionales o nacionales. Ni siquiera el medio a que el PPdeG está a las órdenes de Isabel Díaz Ayuso, muy preocupada por la vencimiento de las autonómicas gallegas.

Besteiro ha escenificado su agradecimiento por ocurrir sido el primer diputado en balbucir en gallego en el Congreso, afeándole al PP ocurrir votado en contra, es proponer, lo mismo que el PSOE hasta que necesitó conceder el uso de las lenguas cooficiales a los independentistas para colocar a Francina Armengol en la Presidencia de la Cámara Mengua. «Quia podré renegar de lo que soy; este galleguismo es el corazón que late en nuestro plan político».

Cambiar la historia

Meta y sur todavía han tenido sus minutos de salvación en la tolerancia de la convención, en el invariabilidad territorial que explica a este PSdeG. «José Ramón, contigo estaremos todavía mejor que con Touriño», ha soltado sin filtro un Abel Noble entregado a la hipérbole, «esto no hay quien lo pare, necesitamos exhalar este plan entero que nos permita cambiar para siempre la historia de Galicia».

La alcaldesa de La Coruña ha ironizado con que «el presidente de la Xunta no está en San Caetano sino en San Marcos –sede de la TVG–, y ya solo le desliz presentar Luar», porque «se dedica a la propaganda permanente». Entre risas, Inés Rey ha obligado el papel «importantísimo» de Rodríguez Zapatero «para que no nos gobernara la derecha y la ultraderecha», así que «habrá que traerlo en la campaña». «Galicia no es de derechas», ha soltado Rey, para contravenir el resultado de todas las elecciones autonómicas y generales –menos una– celebradas desde la recuperación de la democracia.

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