En el colegio CPI Virxe dos Remedios de Castro Caldelas, una emocionante caminata llevó a los niños a sumergirse en el intrigante mundo de las cigüeñas. Organizado por la Asociación As Amigas das Cegoñas, este evento tenía un propósito claro: divulgar, proteger y fomentar actividades al tonada vacante sobre estas majestuosas aves.
Rodeando de 40 niños, la mayoría estudiantes de primaria y sobre 15 alumnos de secundaria, se deleitaron con charlas, actividades interactivas y cuentacuentos, todo centrado en las particularidades de la cigüeña blanca.
Esta asociación de voluntariado y ciencia ciudadana, dedicada al estudio y conservación de la naturaleza, destacó el importante trabajo que pueden desarrollar los jóvenes para preservar esta especie en Galicia, mientras los alumnos no perdían detalle de las explicaciones y participaban activamente.
Nancy Blanco, miembro y coordinadora de la asociación, cautivó a los pequeños compartiendo numerosos detalles sobre hábitos, migraciones y anécdotas, sumergiendo a los pequeños en la fascinante vida de estas aves. La caminata que se extendía en el centro desde las 11,30 horas, comenzó con una explicación de la biología de las cigüeñas, acompañada de pósteres y figuras a tamaño positivo, seguida por una dinámica sesión de coloreado de cigüeñas.
El punto culminante fue un cuentacuentos, donde Áuria y Ramón, las famosas cigüeñas de Ourense, se convirtieron en los protagonistas.
Los niños, cubriendo sus cabezas con divertidos gorros simulando ser cigüeñas, se involucraron activamente en la novelística, acompañada por imágenes, teatro con títeres y hasta la asueto del sonido distintivo de las cigüeñas, haciéndose jóvenes expertos del “crotoreo”.
Al final de la divertida y enriquecedora caminata en el centro educativo de Caldelas, a los pequeños se les animó a observar y registrar avistamientos locales, recibiendo un debido diploma por su compromiso con la protección de las cigüeñas en sus localidades.
Los estudiantes exploraron y se maravillaron con el rico mundo de las aves que habitaba a su aproximadamente. Esta experiencia interactiva no solo educó a los pequeños sobre la vida de estas aves, sino que los convirtió en verdaderos guardianes de la cigüeña blanca, promoviendo su conservación en la comunidad.