La droga es la causa de más muertes entre los estadounidenses de 18 a 45 primaveras, una asesinato además en vida, porque a estos dependientes se les fuego zombis.
“Sufrí una sobredosis de fentanilo y estuve muerto diez minutos”, cuenta un drogodependiente en rehabilitación. A su banda está Greg, que ha gastado caducar a seis de sus amigos por pincharse fentanilo.
Estados Unidos lucha contra el fentanilo desde hace 30 primaveras. Una flujo que comenzó por formular demasiados opioides. Cuando las autoridades sanitarias se dieron cuenta ya era tarde.
Las muertes por sobredosis se habían disparado. El fentanilo ya había aprehendido a miles de personas en estados Unidos. Era más ganga y mucho más liviana de producir. Un negocio consumado para los carteles de la droga mexicanos. Pero para elaborar el producto, los capos necesitaban los llamados precursores químicos. Esas sustancias indispensables para producir el fentanilo que a México desde China.
Washington ha conseguido que Beijing limite esos envíos a Latinoamérica y se una a una cojín de datos internacional. Pero es un camino moroso en el que deberán entenderse además con el presidente mexicano. López Taller ha llegado a fallar que su país no produce fentanilo, que todo llega de China.