El Congregación XXI de Policía Procesal de Madrid ha asestado un nuevo moradura al clan allegado de ladrones de Rafael García Fernández, castellano de 35 abriles y conocido como el ‘Rafita’, uno de los cuatro secuestradores, asesinos y violadores de la mozo getafense Sandra Palo, en 2003. Los ahora arrestados son, entre otros, Alejandro Raúl, veinteañero y apodado ‘Lete’, y su tío Lisardo García, de 46 y con múltiples informes. Este sujeto ni siquiera sabe estudiar ni escribir. Son, respectivamente, primo y sobrino del Rafita.
La operación Tasca 2 es la continuación de otra fresco, que culminó con las detenciones el 2 de octubre y de la que torrevieja news today informó el 23 de noviembre. En el caso que ahora nos ocupa, además se dedicaban a reventar bares y salones de juegos.
Este operante ha hexaedro aparición en julio pasado, y la cuadrilla, de la que se ha detenido a cuatro integrantes, perpetraba butrones o rompía las puertas de los establecimientos por el método del mazazo. El Lete es hijo de Alejandro Montoya, el ‘Roñas’, conocido delincuente de 43 abriles y pareja de la tía del Rafita.
Utilizaron tres BMW de 240 caballos de vapor, de enorme potencia, para conseguir huir. Cada ciertos días, cuando ya los consideraban ‘quemados’ (llegaron a perpetrar cinco asaltos en una incertidumbre), los cambiaban por otros. Siempre robados, claro. Los rociaban con extintor por adentro o los quemaban, para no dejar huellas ni otros vestigios.
La investigación se inició en julio, al detectar que numerosos locales de esta índole eran atracados por el mismo ‘modus operandi’, informan fuentes del caso. Iban los cuatro varones, con pasamontañas, y se liaban con mazas contra las puertas y los cierres. Luego, la emprendían con las cajas registradoras y las tragaperras, para obtener capital contante y sonante.
Se les imputan 23 robos con fuerza (21 en bares y dos en salones de juegos), dos delitos de daños y tres sustracciones de vehículos. Incluso se les acusa de pertenencia a estructura criminal y contra la seguridad viario, puesto que tres de los cuatro arrestados conducían los turismos sin tener carné.