El crónica recoge que el Partido Popular sería la única formación que crecería en este convulso comienzo de lapso. Concretamente, sus escaños subirían entre 15 y 17 puntos con respecto a las elecciones del 23J, pasando a quedarse entre los 152 y 154. Lo que quiere aseverar que Feijóo conseguiría un 37,1% de los votos, 743.561 votos más que en julio.
Aún así, faltarían entre 22 y 24 escaños para que el PP consiguiera la mayoría absoluta de 176 que necesitaría para poder guiar en solitario. Aquí es donde entraría Vox, que se convertiría en partido necesario para poder formar un Ejecutor de derechas. La formación de Santiago Abascal caería y pasaría de los 33 escaños actuales a quedarse con entre 24 y 26, lo que sería un 11% de los votos. Son menos que en las últimas elecciones, pero sumados a los del PP, se quedarían entre los 176 y los 180 escaños, suficientes para guiar.
Sánchez perdería hasta 4 diputados
El penetración sitúa en segunda posición al PSOE, que perdería votos tras sus pactos de Gobierno. El congregación parlamentario socialista pasaría de los 121 diputados actuales a 117 o 120, lo que supondrían un 30,1% de los votos. De esta guisa, ni volviendo a conseguir el apoyo de las formaciones independentistas, Pedro Sánchez podría establecerse La Moncloa.
Por otro costado, Sumar, la formación encabezada por Yolanda Díaz, todavía sufriría una ligera caída, pasando de los 31 diputados a los 25 o 27, es aseverar, un 10,9% de los votos. Asimismo, Junts per Catalunya y ERC se quedarían con 7 diputados cada uno. EH Bildu, con 6 y PNV, con 5. La gallega BNG se quedaría con un solo diputado.
Además Coalición Canaria y UPN contarían con un diputado cada uno, quedando completo así el hemiciclo.