investigado un actor por el robo de 200 euros de dos cepillos en la iglesia de Cebolla


En uno de sus últimos trabajos cinematográficos, el actor representa a un sacerdote católico. En la vida auténtico, es la persona investigada en la Operación Parroquiano de la Municipal Civil por un robo con fuerza. Los agentes del puesto de Cebolla, en Toledo, llegaron a él con la colaboración de la Policía específico, cuya intervención fue secreto para aclarar la sustracción de 200 euros de dos cepillos de su iglesia.

El robo, el 5 de diciembre, se produjo en el templo parroquial de San Cipriano un poco antiguamente del rezo del Ángelus al mediodía. En menos de siete minutos, cualquiera con el rostro sin cubrir entró, dio varias vueltas y aprovechó que estaba solo para dar el palo. Con soltura y descaro, reventó los candados de un cepillo y de un lampadario, separados por unos metros, para usar el billete.

Una feligresa descubrió el robo, que había sido estampa por una cámara instalada interiormente de la iglesia, aunque el párroco no aportó las imágenes a la Municipal Civil hasta el pasado martes, una semana a posteriori. No fue un inconveniente porque en horas se aclaró la presunta autoría. Los agentes inspeccionaron la cinta, donde se aprecia de modo clara los movimientos y el rostro del saqueador, que vestía un sobretodo de plumas de color claro y sin mangas.

Luego los policías locales visionaron todavía las cámaras municipales en una determinada franja horaria. En ese intervalo concreto, sólo un automóvil entró y salió de este pueblo de unos 3.500 habitantes. Llegó al municipio cinco minutos antiguamente del robo y se marchó tres minutos a posteriori del sorpresa.

Se trataba de un Citroën 2 CV, similar al de la recordada película de Gracita Morales, pero pintado con dos colores llamativos. Se cotejó todavía la matrícula y todas las pruebas e indicios apuntaron a la misma persona, un hombre de 66 primaveras, porque hasta la ropa del conductor y la del saqueador vistas en las grabaciones coincidían plenamente.

En casi nada media hora, la Municipal Civil y la Policía específico habían conseguido poner nombre y apellidos al sospechoso, que no está domiciliado en la provincia de Toledo. Pero no tardaron mucho tiempo en situarlo porque el turismo, con cerca de 40 primaveras de decadencia, se mueve por Serranillos Playa, una colonia residencial en el término municipal de San Román de los Montes. Está al flanco del embalse de Cazalegas, a 10 minutos en coche de Talavera de la Reina y a 25 kilómetros de la iglesia donde se había cometido el robo.

Esa misma tarde, confirmaron todavía que el transporte estaba aparcado en la parcela del sospechoso, dotado de una voz comercial y protagonista en un cortometraje muy premiado recientemente, a quien sus vecinos conocen como ‘el actor’ y por conducir ese automóvil tan característico.

Entonces los agentes llamaron a la puerta de su casa, él salió y lo citaron en Talavera de la Reina a las nueve de la mañana próximo. El miércoles se personó en el cuartel, le mostraron las pruebas y le leyeron sus derechos como investigado, aunque no fue detenido por ser un delito menos difícil. Le comunicaron todavía que quedaba a disposición legal, del Magistratura de Instrucción número 4 de la Ciudad de la Cerámica.

Resuelto el pintoresco caso, el cura ha dejado escrito, en las redes sociales de la parroquia, un mensaje de agradecimiento para la Municipal Civil y la Policía específico. «Nuestra iglesia parroquial es un punto de culto que atesora las vivencias de la comunidad cristiana de Cebolla desde hace siglos. Por ello debe ser cuidada y respetada», añade el párroco, Juan Ignacio. Su advertencia puede hilar en esta historia con el papel de sacerdote que el investigado representa en una de sus últimas películas. Aunque todavía todo pudo haberse oportuno a que «un mal día lo tiene cualquiera», como el título de la cinta que la humorista Eva Hache estrenará próximamente como directora.

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