Estamos ya en la última semana hábil de la presidencia española y el equipo diplomático de nuestro país no se conforma con los más de 50 acuerdos políticos aprobados. Quieren más. Sobre todo porque son conscientes de que el éxito de la presidencia depende de dos de los expedientes más complejos e importantes de los próximos abriles. El mandato gachupin no habrá sido un triunfo completo si no se consigue cerrar el gran pacto migratorio y la renovación de las reglas fiscales sobre deuda y deuda.
Un provocación que se afronta “con mucha responsabilidad”, nos dicen desde la delegación española, a pesar de que el movimiento ya es importante. En las últimas semanas se han conseguido pactar otras leyes que serán determinantes en los próximos abriles. La más llamativa ha sido la fuero sobre inteligencia químico, la primera norma de este tipo aprobada en el mundo. Un texto que costó casi 40 horas de reunión -con una incertidumbre entera sin dormir- y que averiguar marcar un patrón de cara a otros países que quieran establecer sobre la IA en el planeta.
España, por otra parte, presume de poseer ratificado la ley de materias primas fundamentales o la reforma del mercado eléctrico, impulsada por nuestro país poco posteriormente de la invasión de Ucrania, cuando los precios de la energía explotaron en la Unión Europea.
Pacto migratorio
Este lunes 18 de diciembre, se han encerrado en una sala los equipos negociadores encargados de temas migratorios. Están preparados para adormecerse pocas horas esta semana. No se han traumatizado una hora de final de la reunión y ya asumen que la orto será larga. “El esfuerzo merece la pena”, aseguran.
Uno de los más empeñados es el gachupin Juan Fernando López Aguilar: “Estamos muy cerca. Tenemos la determinación de sacarlo delante antiguamente de que termine la presidencia española, es la última oportunidad, ya que, más allá de este año, la UE estará más centrada en la campaña electoral”, señalaba el eurodiputado del PSOE.
La Comisaria Europea de Interior incluso ha confirmado que “nunca en absoluto hemos estado tan cerca de un acuerdo como ahora”. Lo dice sabiendo que la trámite migratoria es uno de los temas que más han dividido a los países europeos en la última período. El Pacto lleva irresoluto desde la turbulenta crisis de refugiados sirios que llegaron en masa a Europa en 2015. Esa crisis enfrentó violentamente a los socios comunitarios y dejó fuertes cicatrices entre algunos de ellos. Hungría y Polonia siempre se negaron a que Bruselas estableciera cuotas obligatorias de reubicación de inmigrantes, mientras que los países de primera tendencia exigían solidaridad al resto.
Actualmente, se han producido avances, pero todavía se mantienen distantes algunas posiciones. Los países mediterráneos piden un inmovilidad de la carga y una solidaridad efectiva del resto, ya que ellos son estados de primera tendencia. Los nórdicos están muy preocupados con los movimientos secundarios, quieren que haya un control riguroso en países de primera arribada y que no haya movimientos secundarios sin control efectivo.
El maduro consenso ahora mismo está en que todos quieren que haya un maduro control de las fronteras exteriores y un registro adecuado de todo el que llegue. Esta vez no habrá reubicaciones obligatorias por cuotas. En cambio, se reto por la “solidaridad flexible“, es asegurar, o recibes migrantes o ese gobierno deberá acreditar una cantidad fija de plata por cada uno que rechaces acoger.
Los retornos son otra de las patas importantes de este pacto migratorio. Se indagación aligerar los regresos, que no haya vacíos entre la denegación del orfelinato y el principio del expediente de retorno.
“Queremos tener una visión completa e integrada de todo el proceso. No es tanto deshumanizar la trámite migratoria, sino ser más eficientes. Tener una visión completa y más herramientas efectivas para retener y tener controlado a todo aquel que entre en la UE de guisa irregular”, nos cuenta una de las negociadoras de la presidencia española.
Reglas fiscales
La renovación de las reglas fiscales es uno de los expedientes que más prisa corre, ya que se indagación que entre en vigor a principios de 2024, cuando volverán a estar operativas las reglas que fijan umbrales máximos de deuda y de deuda para los países. Estas normas han estado suspendidas durante los últimos abriles, primero por la pandemia y luego por la conflicto en Ucrania.
Los ministros de Finanzas de los 27 se han citado el miércoles 20 de diciembre por videoconferencia. Confían en poder cerrar el acuerdo sin tener que asistir en persona a Bruselas. La semana pasada ya hicieron parte del trabajo en una larguísima cena que convocó la ministra Nadia Calviño, que actualmente preside el ECOFIN. El encontronazo terminó a las 3 de la orto, posteriormente de 8 horas de negociación. “El acuerdo está muy cerca”, nos aseguran fuentes de la negociación, con el objetivo de que los ministros lo puedan ratificar en la videoconferencia del miércoles.
El punto más ilusionado replica a que Francia y Alemania -los dos buques imprescindibles para que se llegue a un pacto- ya se han puesto de acuerdo en cómo serán las salvaguardas del deuda y la deuda. “Es un avance que en realidad aprecio, es muy importante”, reconocía el ministro de Posesiones ario, Christian Lindner. Por su parte, su colega galo, Moreno Le Maire, iba más allá y decía que “el acuerdo está cerrado entre un 92% y un 95%”.
Momento político
Los equipos negociadores asumen esta semana la máxima presión, ya que todos saben en Bruselas que el primer semestre de 2024 será inhábil, legislativamente hablando.
La razón es que el próximo mes de junio se celebran elecciones europeas en todo el continente, se disuelve el Parlamento y todo lo que no haya sido ratificado durante la presidencia española quedará en un halo judicial que tendrá que retomar la sucesivo eurocámara que salga de las urnas. Pero para eso queda mucho tiempo y, por consiguiente, se habrá perdido el impulso político coetáneo. Es imprescindible azuzar ahora, para que los temas importantes no queden aparcados en un cajón.