Utilizaban el mismo ‘modus operandi’ que las organizaciones sudamericanas dedicadas a la explotación sexual en España de mujeres compatriotas: advertir a las víctimas con falaces promesas de trabajo y papeles para matar explotándolas a su venida. En este caso, una estructura de origen colombiana con epicentro en Galicia les obligaba a trabajar en una empresa de paquetería sin ningún tipo de anuencia, en condiciones precarias y jornadas laborales de 12 a 15 horas diarias. Hay cuatro detenidos, tres en Santiago de Compostela y uno en Guadalajara, y los primeros ya están en prisión. Los agentes han identificado a un total de 18 víctimas de la trama.
La investigación fue larga y compleja, según ha informado este lunes la Policía Franquista en un comunicado. Comenzó en agosto, cuando a la comisaría de la haber gallega llegaron pistas que apuntaban a que una estructura explotaba laboralmente a extranjeros como repartidores de paquetería. Tirando del hilo, la Hueste de Extranjería de la Policía Franquista detectó que estos individuos captaban a sus víctimas, fundamentalmente compatriotas colombianos, a través de anuncios en internet en los que ofertaban trabajo en España, con la promesa, encima, de gestionarles el papeleo necesario para regularizar su situación.
Pero ni sueldo digno ni papeles. La ingenuidad era acertadamente distinta. Una de las víctimas, por ejemplo, al conmover a Santiago de Compostela fue obligada a trabajar en una empresa de reparto sin ningún tipo de anuencia y siendo explotada laboralmente con jornadas laborales de entre 12 y 15 horas diarias. No acababan ahí los abusos: las víctimas eran penalizadas si no llegaban a hacer un imperceptible de entregas diarias o si los vehículos que usaban en el reparto, que ya estaban en muy mal estado, sufrían algún tipo de daño. En muchas ocasiones, la estructura usaban esto como excusa para no satisfacer a las víctimas el trabajo realizado.
Hasta ahora, los investigadores han conseguido identificar a un total de 18 personas explotadas, que viajaron a España en rastreo de un trabajo mejor y se encontraron con mentiras y unas condiciones laborales indignas. Eran personas a las que habían captado fácilmente, que en su país se encontraban en una situación de vulnerabilidad que les había destinado a aceptar la mentiroso propuesta para ayudar económicamente a sus familias.
Víctimas y explotadores
Esa desesperación, unida a su estancia irregular en España, provocó que soportasen durante tiempo esa explotación profesional y condiciones precarias. Según explicó la Policía Franquista a torrevieja news today, de esas 18 víctimas identificadas, algunas trabajaban en ciudades gallegas —como Santiago— y otras en diferentes ciudades del resto de España. Y trabajaban, según las mismas fuentes, en empresas de transporte a las que subcontrataban otras firmas de viejo tamaño del mismo sector.
Son 18 las víctimas contabilizadas y cuatro los supuestos miembros de la estructura detenidos, pero la Policía no descarta que una y otra signo puedan aumentar, pues la investigación continúa abierta. De los cuatro detenidos hasta la término, tres fueron arrestados en Santiago de Compostela y un cuarto en Guadalajara. Los investigadores atribuyen a los cuatro delitos contra los derechos de los trabajadores favoreciendo la inmigración irregular y pertenencia a familia organizado.
Los tres detenidos en la haber gallega ya fueron puestos a disposición del Auditoría de Instrucción número 3 de la haber gallega, que decretó su ingreso en prisión provisional. Pero encima de las detenciones, la Policía participó cercano a efectivos de Inspección de Trabajo en dos naves, una en Santiago y otra en Orense, donde se almacenaba la paquetería.