«Óscar René comenzó a insinuar a L. si sabía cómo se hacía el coito, a mostrarle vídeos de adultos haciendo el coito; darle besos [‘piquitos’, puntualiza la sentencia] en la boca de la beocio; en definitiva, a amparar una relación cuasi sentimental en la que la beocio se sentía partícipe de una especie de repertorio y distinto por favor sido objeto de atención por su tío».
Es uno de los párrafos recogidos en el apartado de hechos probados de la sentencia en la que la Audiencia Provincial de Ciudad Positivo condena a merienda primaveras de prisión al sencillo de una pupila con la que comenzó a tener contacto sexual desde que ella tenía 7 primaveras. Esta situación execrable se prolongó desde 2016 hasta la Navidad de 2019, siempre que visitaban el domicilio de los abuelos de la pequeña en Daimiel, y suegros de él, aunque no se han podido concretar las fechas.
Los encuentros eran en el salón, cuando por la perplejidad se quedaban solos viendo la tele, o en un cuarto de juegos para los nietos, donde había alguna cama. Incluso la sentencia relata una ocasión en el propio dormitorio de los abuelos.
El sujeto, nacido en El Salvador hace 49 primaveras, jugaba con la cría a admitir los papeles de papá y mamá, para luego pedir a la beocio que se subiera a horcajadas sobre su cuerpo, tumbado, realizando movimientos libidinosos.
En alguna ocasión, relata el error legal de la Sección Segunda, Óscar René hizo fotografías a la beocio posando vestida o desnuda, sólo en tangas regalados por el propio adulto y en posiciones sugerentes, pero no se ha podido determinar su contenido porque él las eliminaba de guisa inmediata. Llegó a realizar tocamientos lascivos en la cría, a la que incluso pidió una felación y a la que penetró «tenuemente».
La denuncia de una sobrina desencadenó los acontecimientos que llevaron a la principio de la pupila a poner en conocimiento de las autoridades los episodios que le relató su hija y que ahora han servido para condenar a su tío por un delito continuado de demasía sexual. Encima de la pena de prisión, Óscar René deberá indenmizar con 10.000 euros a la víctima y no podrá acercarse a ella una distancia inferior a 200 metros durante catorce primaveras. Cumplida la condena, deberá estar luego cinco primaveras de independencia vigilada.
Rodrigo García, abogado de la recriminación particular, está satisfecho con la sentencia, contra la que cerca de petición. «Lo verdaderamente importante para la víctima, es que este error le otorga la credibilidad que se merece, como en este caso, que es tremendo», afirma a torrevieja news today. De la escalón de instrucción, recuerda la «frialdad» de Óscar René mientras escuchaba las acusaciones. «Y en el prudencia hasta bostezaba», afirma García, que igualmente es el cultivado de Antonio Caba, en prisión provisional dibujado del homicidio de dos empresarios en Manzanares.