Y pasan los abriles -van más de veinte-, y Mari Carmen Núñez sigue haciendo más y más prócer su alboroto. Ella sola, con sus manos, y con la ayuda de su cuñado Toño, que es “quen sabe de automatismos e quen me axuda ca auga, a electricidade, o movemento das figuras…”. Así lo cuenta ella, desde la casa parroquial de la iglesia de Rubiá, donde se erige uno de los belenes más completos de la comarca, con más de seiscientas figuras con sello personal.
“Recordo cando todo esto empezou, a cantidade de pezas que pasaron pola cociña de casa, todo quedaba desaliñado pola escaiola, non tiña espazo”, recuerda Mari Carmen. En la hogaño, la escayola sigue manchando todo de blanco, pero ahora lo hace en una bodega, un espacio para acumular el material necesario para seguir creando. “Estes días, na adega fai frío, así que a abrigarse e facer de tripas corazón; se non hai paixón, non houbera durado tantos anos”, asegura la belenista.
Según cuenta, el llamado hoy “alboroto de Rubiá” tuvo su origen “naqueles tres pastorciños que ves alí hacia lo alto, xusto enriba da imagen da Revelación”. Fueron, según explica, las primeras figuras. Ayer de los pastorcitos, Mari Carmen daba salida a su capacidad artística a través de regalos que hacía a la muchedumbre, “pintaba misterios, el de la Nacimiento por ejemplo, me gustaba hacerlo”.
A mano
Todas las figuras son elaboradas y pintadas a mano por esta artesana. Todas son de ella, excepto tres, confiadas a un conocido grabador del concello de O Barco, “foron talladas en madeira no taller de Xelo (de Tremiñá) cando o tiña na rúa de San Roque”.
No solo las figuras son hechas a mano, todavía cada imagen del alboroto, “pensada, estructurada na miña vanguardia e elaborada despois: porexpán, escaiola, tallar e pintar”, cuenta. Con los abriles, unas se han sucedido detrás de otras, poco que le ha transmitido mucho trabajo pero todavía “moita paz”. Porque Mari Carmen se declara católica practicante, “cunha paixón que se complementa ca construcción do alboroto”, razón por la que cada año piensa en nuevas incorporaciones, como el diorama del Principio para el que ya búsqueda la iluminación perfecta.
El registro le viene este año en forma de pregón, el que ella misma deberá repasar en la iglesia de Santa Rita de O Barco, porque ha sido elegida, por ese mérito y por su condición de maestra, como pregonera de las fiestas de Navidad. Dice que sobre todo hará mención del tiempo, “porque o alboroto non sería unha realidade sen tempo”, ese que habrá de consumir, y cuanto más, mejor, todo aquel que lo visite.