El maestro de Hacienda y Administraciones Públicas del Gobierno de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha informado de que ya se ha firmado el decreto por el cual durante los próximos cuatro primaveras no se podrán desplegar nuevos locales de mecanismo en división castellanomanchego, una medida con la que se intentará seguir reduciendo el número total de locales, situado en 189.
En rueda de prensa, ha dicho que se negociación de una actividad «justo» pero con existencias negativos que «desde los poderes públicos se deben mitigar».
Queda así suspendida la instalación de nuevos centros de mecanismo en los próximos cuatro primaveras para «sujetar progresivamente el número de establecimientos de este tipo hasta obtener que la densidad de locales de mecanismo en relación con el número de habitantes esté en consonancia con la que existe a nivel franquista«.
Según los datos disponibles, los publicados a final del pasado año, en la región «había autorizados 191 establecimientos de mecanismo, lo que suponía una densidad de 9,3 por cada 100.000 habitantes»; remotamente de la media franquista que llega a una tasa de 7,87.
Aún así, «las políticas del Gobierno en materia de mecanismo pueden hacer afirmar que desde 2018 se ha conseguido sujetar el número de establecimientos en un 14,5%, pasando de 221 a 189».
Un decreto que encima limita a 100 las nuevas autorizaciones anuales de explotación de máquinas tragaperras, un ámbito en el que todavía se obtienen resultados tras suceder de las 8.569 máquinas de 2018 a 7.389 en 2023.
Ha estudioso para citar algunas de las medidas ya implementadas contra la proliferación de estos locales, como la distancia mínima entre establecimientos y en relación a centros públicos; o la regulación para que los ayuntamientos puedan ser autónomos a la hora de determinar zonas tensionadas en sus términos municipales.