El Tribunal Supremo confirma 1 año y 9 meses de cárcel para ‘El Pequeño Nicolás’ por la falsificación del DNI


El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de 1 año y 9 meses de prisión impuesta a Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como ‘El Pequeño Nicolás’, por falsificar un DNI para que un amigo le hiciera el examen de Selectividad de 2012. Al beneficio, ha sensato condonar a la policía que le proporcionó el documento de identidad.

Fuentes jurídicas han confirmado a Europa Press que los magistrados han estimado el memorial de casación que presentó Oliva Peña, la funcionaria de Policía condenada en el discernimiento que se celebró en la Audiencia Provincial de Madrid, y han desestimado el de Gómez Iglesias, tal y como ha destacado ‘El Independiente’.

Esta es la primera condena firme del mozo, entregado que en el resto de casos en los que fue condenado aún están irresoluto de resolver los posibles presentados. En total acumula penas por 12 primaveras y 5 meses de prisión.

Estaba previsto que la Sala de lo Penal se reuniera el pasado julio para arriesgarse sobre el memorial de Peña, pero se suspendió a posteriori de que Gómez Iglesias se sumara a la impugnación de la funcionaria, para poder dar traslado de este incidente a la Fiscalía y a la propia recurrente. Finalmente, el asunto se trató durante la segunda semana de diciembre.

Gómez Iglesias fue condenado a 1 año y 9 meses de prisión y al suscripción de una multa como autor de un delito de falsedad en documento oficial. La Sección Séptima de la Audiencia de Madrid asimismo condenó al amigo que le hizo el examen y a la funcionaria policial acusada de falsificar el DNI, Oliva Peña. Para ella, la condena fue de 9 meses de multa como autora de un delito de falsedad en documento oficial cometido por funcionario notorio por imprudencia reservado.

Sentencia impugnado

El tribunal de primera instancia consideró probado en su sentencia de junio de 2021 que poco antaño de que se realizaran los exámenes de ataque a la universidad, que comenzaron el 11 de septiembre en la segunda convocatoria –en la que se produjo la suplantación–, Gómez Iglesias y su amigo se «concertaron» para que fuera este final quien se presentara en nombre de Francisco Nicolás.

«Para realizar este propósito, ya compartido por los dos acusados, resultaba indispensable dotar a Manuel de un DNI que permitiera la suplantación propuesta, siendo la exhibición de dicho documento requisito indispensable para identificarse y realizar el examen», relataban los magistrados. Por ello, el amigo dio a Gómez Iglesias una fotografía suya «a sabiendas» de que con ella se iba a confeccionar un documento ficticio.

Según recoge el equivocación ahora impugnado, de la parte de la falsificación se ocupó Gómez Iglesias. El día 10 de ese mes acudió a la Comisaría de Policía de Tetuán (Madrid), siendo atendido por la funcionaria Oliva Peña. Le pidió que le expidiera un duplicado del DNI y que cambiara la foto, dándole la de Manuel pero «haciéndola acontecer como propia». El resultado fue que obtuvo un documento nuevo con sus datos y la cara de su amigo.

Los magistrados vieron una concierto irregular en la funcionaria, porque no comprobó que la imagen correspondiera a ‘El Pequeño Nicolás’ –a pesar de que «se hallaba en condiciones de favor prestado una mínima atención» y porque destruyó el ‘talón foto’ generado por el sistema– en contra de las directrices establecidas. Pero aun así, concluyeron que no resultaba probado que el mozo se «concertara» con Peña, «ni directamente ni por persona interpuesta, ni que ésta obrara a sabiendas de la falsedad del documento emitido».

«No resulta convicente»

En el puesta en marcha del discernimiento, Gómez Iglesias negó los hechos asegurando que fue él quien se examinó de Selectividad. «Me presenté yo los tres días», dijo. Lo cierto es que obtuvo un 8,25 en la prueba cuando su nota media en Bachillerato al punto que superaba el 5.

Según su traducción, quien se presentó por él ni siquiera era su amigo, sosteniendo que le conoció a raíz de las actuaciones judiciales. En todo caso, apuntó, podría ser uno de los «entre 3.000 y 4.000 contactos» que tendría entonces en su teléfono móvil como «director de salas de discoteca».

El procesado de hacerse acontecer por ‘El Pequeño Nicolás’ negó igualmente que llegara a acuerdo alguno con el mozo para reemplazarle en Selectividad. Aseguró que se enteró de que había un DNI ficticio con su cara porque una amiga le avisó de que salía en las telediario. La fotografía, argumentó, pudo haberse obtenido de sus redes sociales.

La Audiencia Provincial consideró que ese relato no resultaba convincente. En primer área, porque Gómez Iglesias tuvo una «billete directa» en la expedición del DNI ficticio; en segundo, porque dio por probado que los dos se conocían; y, por final, porque un compañero de clase que testificó en el discernimiento dijo que Francisco Nicolás avisó en un chat a los alumnos de que cualquiera iría por él a Selectividad, llegando a pedir que le ofrecieran cobertura –que «lo acogieran en el categoría»– a cambio de ayudarles en el futuro.

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