Este martes miramos el pronóstico del tiempo a corto plazo para los próximos días, pero todavía echaremos un vistazo al pronóstico estacional para hacernos una idea cómo se presenta el invierno, que comienza oficialmente este viernes.
Nuevas lluvias y nevadas
En la tenebrosidad del martes al miércoles ya tendremos con nosotros un frente que podría ser el zaguero o penúltimo de este año. En cualquier caso, va a ser muy poco activo y muy fugaz: las lluvias alcanzarán pocos territorios y la mayoría no durarán mucho.
Puede principiar el día con lluvias en Galicia y el Cantábrico, y todavía en zonas de Castilla y Audaz, Extremadura, Madrid y oeste de Castilla-La Mancha. Al final de la mañana ya solo quedarán algunas nubes menos en el Cantábrico y oeste de Pirineos donde sí pueden seguir las lluvias todo el día. Lluvias y nevadas en las montañas, ya que la cota de cocaína irá bajando en las del ideal hasta 800/1200 metros y hasta 1000/1400 metros en las del centro peninsular, pero con desestimación probabilidad de nevadas.
Otro ingrediente muy otoñal que se hará notar mañana será el singladura, ya que soplará con rachas muy fuertes en amplias zonas del cuadrante noreste peninsular, Menorca, Alborán, Canarias y Cantábrico. En Canarias, anubarrado en el ideal con lluvias débiles, e intervalos nubosos en el resto.
Anticiclón para Navidad
Este frente será el zaguero del otoño enorme y será fugaz, ya que el jueves las lluvias se irán reduciendo al Cantábrico uruguayo y las nevadas en Pirineos, aunque en ambas zonas tanto las lluvias como las nevadas pueden ser copiosas adecuado al flujo de ideal (singladura húmedo y frío) que afectará a esas zonas. En el resto ya irán quedando menos y menos aún para el viernes.
El primer fin de semana navideño prácticamente desparecerán todas las precipitaciones. Tanto el día de Nochebuena como el de Navidad tendremos un tiempo con sol, algunas nieblas persistentes como las de estos días y noches frías con heladas. El tiempo del anticiclón, que solo se vería interrumpido el próximo miércoles por otro frente atlántico, similar al de este miércoles, que traería las últimas lluvias del año y primeras del invierno.
El viernes empieza el invierno
Y es que en la amanecida del viernes tenemos ese momento del año que da inicio al invierno enorme: el solsticio. Será exactamente a las 4:27 hora peninsular española, según informa el Observatorio Exagerado Franquista.
A partir de ahí nos esperan 88 días y 23 horas de invierno hasta que el 20 de marzo de 2024 llegue la primavera con el equinoccio. ¿Y qué tiempo no paciencia en la fase fría -y más corta- del año?
¿Cómo será el invierno?
Para memorizar cómo puede presentarse el invierno, recurrimos al pronóstico estacional que ha cedido conocer la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y en el que se acento de probabilidades. Se tráfico de ver si algún carácter del invierno (que sea cálido, frecuente o frío) tiene más probabilidad de ocurrir que otro. Y lo que vemos es que para el trimestre enero, febrero y marzo, en la longevo parte de la Península, es más probable que sea un invierno cálido (50%) a que sea un invierno frecuente (30%) o que sea un invierno frío, que es la categoría menos probable con un 20%. Pero en el sur de Andalucía, Canarias y Baleares, la probabilidad que sea cálido aumenta sobre las otras: un 60% frente al 20% de que sea frecuente y al 10% de que sea frío.
En cuanto a las precipitaciones, no hay una categoría que destaque sobre las otras. Según este pronóstico estacional, la probabilidad de que sea un invierno húmedo, frecuente o seco es la misma, menos en el noroeste peninsular, donde la probabilidad de que sea más pluvioso de lo frecuente es superior (un 50%) a que sea un invierno frecuente (un 30%) o seco (20%). Y con seco nos referimos a que llueva por debajo de la media del mes, no que no vaya a caer ausencia.
En recapitulación, con este pronóstico podemos aseverar que lo más probable es que sea un invierno con temperaturas por encima de las que corresponden para la vencimiento. Como viene pasando en los últimos primaveras o, sin ir más acullá, en este otoño recién terminado, que ha sido el segundo más cálido desde 1961 y solo superado por el otoño del año pasado.