“Individualmente, en cada uno de nosotros, se puede traducir que el porte o vehículo vincula la puerta y la comodidad, pero a nivel comunitario es un problema permanente. Esta política lleva al caos”, afirma la alcaldesa de Allariz, Cristina Cid, una de las localidades de referencia a la hora de hablar de peatonalización, pero donde también se han aplicado medidas, como la eliminación de aparcamientos para ampliar las aceras o establecer sentidos únicos donde antes había circulación en doble sentido. “Es difícil el primer día. Al principio crean polémica y se resisten, pero en realidad es una ciudad más agradable y el comercio funciona mejor”, afirma la alcaldesa. Una opinión defendida también por el alcalde de O Carballiño, Francisco Fumega, que destaca la beneficios de la peatonalización, tanto en la mejora de la calidad de vida, como en la promoción del consumo en el comercio local. “Siempre hay quejas, pero creo que la mayoría están contentas”, dice.
Al considerar estas medidas, el barquense Alfredo García destaca la importancia de ofrecer alternativas como elementos disuasorios de aparcamiento que impidan la llegada de los coches al centro de la localidad y desvíos, como el nuevo puente sobre el Támega para facilitar el tráfico en Verín. “El objetivo de todo esto es suprimir el tráfico en el centro da vila para que sea un lugar cómodo y agradable para residentes y visitantes”, afirmó Gerardo Seoane.
Ejemplos paradigmáticos de peatonalizaciones en Ourense
Repasa cada uno de los pueblos de la provincia de Ourense para entender cómo han afectado las peatonalizaciones:
- Allariz: Años por delante en un diseño funcional y ecológico
- O Barco de Valdeorras: Aceras para peatones y coches en las afueras
- O Carballiño: Experiencia positiva que continuará por la Praza Maior
- Celanova: Un pueblo monumental para disfrutar, pasear y comprar
- Ribadavia: Promocionar la zona del Rexurbe
- Verín: Un centro más verde y despejado
- Xinzo de Limia: mejoras del casco y disuadir el tráfico pesado