Los agentes, que tuvieron que disparar tiros al aire, llegaron ayer a un acuerdo para que los migrantes desistieran de la huelga de hambre que habían iniciado
La situación del barco de la Guardia Civilrío tajo en las costas de Mauritania todavía es delicado. Inicialmente, y tras el fracaso en los primeros contactos con las autoridades de ese país para evacuar a los 170 inmigrantes a bordo en ese territorio, tras ser rescatados de una canoa, se recibieron instrucciones para iniciar la marcha hacia el Islas Canarias. Pero ahora la orden ha cesado y, de momento, el buque español se encuentra fondeado en la bahía de nuadiba la espera de nuevas negociaciones entre Frontex y las autoridades mauritanas.
Como ya mencioné EL MUNDOLos miembros del Instituto Armado tuvieron que disparar tiros reales al aire para impedir el motín que intentaban montar los 170 subsaharianos a bordo y que protestaban por las condiciones en las que iban a viajar.
Los agentes utilizaron armas largas con disparos al aire para disuadir a los inmigrantes de realizar cualquier acción hostil.
Durante la tarde de ayer, según ha podido saber este periódico, se llegó a un “acuerdo” para que los migrantes desistieran de la huelga de hambre en la que se habían declarado por la mañana, y que había provocado incidentes entre ellos.
Ahora, las autoridades españolas han decidido reforzar la seguridad del buque con 16 agentes armados del servicio marítimo que se encuentran estacionados en Nouadib.
La situación de tensión “era enorme” porque, como recuerdan las fuentes consultadas por este periódico, los inmigrantes alojados en el río Tajo son todos hombres.
Según estas fuentes, el comandante del barco ya ha emitido un informe con todos los detalles del rescate para las autoridades mauritanas.
Hasta la fecha, los barcos que participan en labores de vigilancia en el Mediterráneo, como el río Tajo, sólo podían desembarcar a inmigrantes que hubieran sido interceptados dentro de “20 millas náuticas” del mar territorial mauritano.
A bordo de estos barcos suelen viajar un gendarme y un oficial de la marina mauritana para garantizar que se respetan las distancias acordadas.
La publicación por EL MUNDO La delicada situación que atraviesa la tripulación del Tajo, y la intervención con armamento a bordo, ha provocado que se aceleren las negociaciones con Mauritania y desde Frontex se intente llegar a un acuerdo con el Gobierno mauritano de forma urgente.
Por su parte, el colegio profesional Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) considera que los delicados acontecimientos ocurridos en la patrullera del Río Tajo obligan a la Dirección General de la Guardia Civil a tomar “decisiones contundentes ante episodios de disturbios vividos a bordo y en los que se ha puesto en riesgo la integridad de la tripulación” . JUCIL teme que “se cambie el trabajo de la Guardia Civil y se convierta en una agencia de turismo que, a petición de los inmigrantes, todos hombres jóvenes y fuertes en edad militar, les lleve a puertos españoles. O algo aún más preocupante , que convierten a las patrulleras de la Guardia Civil en barcos de salvamento, donde nuestros compañeros quedan a merced de gente sin filiación, ni control alguno”.
Además, en este caso “cuestionamos la eficacia de la gestión de Frontex, que demuestra una vez más su incapacidad para controlar la frontera. Sólo falta que los compañeros de la patrullera del Río Tajo se vean obligados a lanzar la señal de socorro utilizada como llamada de emergencia.” Emergencia en el mar.