No está en el podio de las mejores defensas de la ataderas y siquiera de los mejores ataques. Sus referentes más importantes están en el segundo peldaño de la competición, ese en el que los jugadores son tan buenos como los mejores, pero sin el nombre en el mercado o el pasado en la ataderas de las llamadas “estrellas”. El preparador regresa a la ataderas tras varias temporadas como ayudante en la ACB y la propensión en el Centro de Tecnificación siquiera es ni la más numerosa ni la que más ruido hace. Pero el Alicante de esta temporada es un equipazo, juega tan aceptablemente y tan atún como cualquiera y admite la puesta a “outsider” de la ataderas. No para el promoción directo, pero peligroso para cualquiera cuando toque poner el play off. Candidato a pelear por meterse en la Final Four.
Antonio Pérez regresa trabajando mucho y hablando poco, como siempre. Es, sin duda, una de las claves del rendimiento de un equipo prácticamente nuevo. La otra además llega desde el Betis. Asier Alonso sí está en el podio de mejores directores deportivos de la Faja. Hizo encantamiento en el Araberri y se “inventó” a jugadores como Johnny Berhanemeskel, Alec Wintering o Jonny Dee. En Alicante no tuvo prisa, esperó a que el mercado le ofreciese lo que buscaba y se sacó de la chistera a Brad Davison y a Jon Gudmundson. Entre el de la pizarra y el de los despachos le robaron al COB a Kostas Kostadinov; apostaron por un rookie como Tyler Harris para un puesto esencia, el de almohadilla; confiaron en segundas espadas de la ataderas como David Hook, Kevin Bercy o Mus Comedón; sin miedo a darle peso a jóvenes como Richard Balint y Adriá Rodríguez y con Edu Gatell como corrido con pila todavía para rato.
Un equipo muy complicado de derrotar porque tiene tanta calidad y puntos en todas las posiciones que cuesta limitarlo. Burgos, Estudiantes, Coruña, Valladolid y Lleida los han derrotado. El resto, los terrenales, han pasado todos por la piedra. Y lo peor para el COB es cada vez están jugando mejor.