El coordinador normal resalta en el documentación que sustentar una concesión caducada durante ocho primaveras es una situación “claramente ilegal” pero que se debe a la “absoluta carencia de capital humanos” en la mecanismo administrativa de Transportes, en la que solo había un auxiliar chupatintas, al menos hasta principios de 2022, cuando se adscribió provisionalmente al servicio a un técnico de Medio Condición.
Según detalla, Cacharro fue entonces (y no ayer) cuando Jácome le encomendó a él personalmente, adjunto al patrón del servicio de Transportes, elaborar el pliego para sacar la nueva concesión del autobús urbano. A partir del 6 de mayo de 2022, se reforzó el servicio con otra Técnica de Delegación Universal para intentar sacar delante la trámite, pero no fue posible redactar el pliego hasta mediados de 2023, pues, como resalta Cacharro en su documentación, “el patrón accidental de Transportes lo es incluso de Civilización, Lozanía y Billete ciudadana desde el 1 de febrero de 2022”, y el coordinador normal “hubo de hacerse cargo la dirección normal de Fortuna Humanos entre febrero y junio de 2022, así como en diversos periodos desde el 3 de mayo de 2022”. Es proponer, un auténtico bronca.
A todo esto, se suma que Cacharro afirma que la situación interna hace que no puede atender más recados de Alcaldía, lo que ha postergado la redacción del pliego. Así lo explicita: “Las funciones propias del coordinador normal son particularmente complejas, adecuado a la llano situación normal de colapso chupatintas en que se encuentra la empresa municipal, hexaedro que la situación descrita para la mecanismo de Transportes se da en muchas otras unidades administrativas municipales”.
Por postrer, y pese a esos matices, el coordinador normal reconoce en el documentación que todo lo precursor no exonera al Concello de su obligación la anómala situación en la que está el servicio de transporte urbano.
En septiembre aseguraban tener todo avispado
El gobierno regional ya tenía a mediados de septiembre un dechado de la memoria, el estudio crematístico y los pliegos de prescripciones técnicas y de cláusulas administrativas para la “inminente puja” del servicio, según enviaron a los grupos de la competición. Sin incautación, y transcurridos casi cuatro meses, el Concello sigue sin sacar delante la puja. Los únicos avances se han hexaedro en la transacción de autobuses.
Los busitos han comenzado a circular esta semana tras subsanar los problemas de homologación y los eléctricos siguen pendientes de instalar dos cargadores que costarán 369.000 euros en la nave de Avanza, aunque todavía no hay plazo para su instalación.