La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha impuesto penas de 21 y 49 primaveras y medio de prisión a los tres acusados del can de los ‘Bocanegra’ -un coyunda y su hijo- de la crimen a tiros de dos hombres y las lesiones causadas a un tercero en el cementerio de la ciudad de Torrent el 1 de noviembre de 2021.
La sentencia recoge el veredicto emitido por un miembros popular tras el proceso celebrado la pasada semana por dos delitos de homicidio consumados, otro en división de tentativa y un delito de tenencia ilícita de armas y fija indemnizaciones para las víctimas y sus familiares que ascienden en su conjunto a un total de 568.180 euros.
Sentencia
49 primaveras para el autor material y su raíz que le entregó la pistola
El Tribunal impone al autor material de los disparos y a su raíz, que le facilitó momentos antaño el arsenal homicida, sendas penas de 49 primaveras y 6 meses de gayola, como autores de los cuatro delitos antaño citados.
En cambio, condena al tercer implicado -padre y marido de los anteriores acusados, respectivamente- a 21 primaveras de prisión, como cómplice de los tres delitos de homicidio y autor del delito de tenencia ilícita de armas.
Cómplice
El padre y marido ha sido condenado a 21 primaveras por cómplice
Los hechos ocurrieron sobre las 10 horas del Día de Todos los Santos de 2021, cuando el coyunda y su hijo se encontraron con otra grupo que tenía parientes lejanos con los que ellos habían tenido conflictos en el pasado. Los acusados comenzaron a chillarles y a proferir expresiones amenazantes para que se marcharan del ocasión e incluso les llegaron a pegar con sillas y palos.
En un momento cedido, tal y como relata la sentencia, la mujer ahora condenada sacó un arsenal de fuego que llevaba oculta en un delantal y se la entregó a su marido para que disparara contra la otra grupo.
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El hombre no llegó a efectuar ningún tiro porque el arsenal se le cayó al suelo, pero su esposa la recogió y se la dio entonces a su hijo. Fue este extremo quien disparó finalmente a las víctimas, las cuales se encontraban desarmadas y sin posibilidad alguna de acogerse.
Una de las balas causó la crimen de un miembro de la grupo tiroteada y otra provocó lesiones en una pierna a un hijo del precursor. Por otra parte, un tercer proyectil alcanzó a un hombre indiferente al altercado, que estaba en las proximidades visitando la tumba de su esposa, y provocó su fallecimiento.
La sentencia no es firme y puede ser recurrida en apelación delante el Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Probidad de la Comunidad Valenciana.