El vicepresidente de la Comité, Juan García-Gallardo, ha reafirmado este jueves su reto por la energía nuclear. Así, ha cargado contra la «falsa conciencia verde» del Gobierno central y le ha pedido que permita el exposición de esta fuente de energía que, según ha defendido es, «baratura, segura, exuberante y asequible».
En su intervención frente a los medios de comunicación antaño de participar en el I Congreso Internacional sobre energía nuclear en la industria, el dirigente regional perteneciente al partido Vox ha considerado que, mientras en la Unión Europea se está aprovechando las posibilidades de esta tecnología, el Ejecutante central se ha claro «enemigo» de ella.
«Lo que pedimos a nivel de política energética es que primen los criterios tecnológicos, de ingeniería y de la ciencia y que no sean los prejuicios ideológicos de ningún ministro ni partido político los que lo determinen», ha mantenido.
El coste de la energía es un cifra «de competitividad» para cualquier industria, ha asegurado, y por consiguiente en Castilla y Valiente es «fundamental». Por eso, ha dicho, ya ha «denunciado» en otras ocasiones la «salvajada» que supone desmantelar centrales como la de Santa María de Garoña en Burgos. «Consideramos que es una central segura y se tenía que tener revisado la intrepidez de su desmantelamiento», ha considerado.
«Si algún día depende de nosotros, apostaremos por este tipo de energía si se sigue manteniendo el estado de la ciencia que conocemos actualmente», ha expresado.
“Soberanía energética”
«Y esto es aplicable al resto de fuentes de energía», ha manifestado, tras considerar que las renovables deben además «aventurar un papel», pero para tener una «fuente segura de depósito» se necesitan otras. Por ello, ha insistido en que hace desidia una «fuente de energía de respaldo» y España debería seguir el camino del «resto de países del mundo civilizado» desarrollando su «potencial nuclear» para avalar el depósito.
Así, ha pedido una revisión a nivel franquista de «atrasar a la energía nuclea» para «no condenar a España a la dependencia de otros países que no son necesariamente nuestros socios estratégicos».
En ese sentido, ha apostado por la «soberanía energética» y ha puesto de ejemplo a la mina de celeste proyectada en Retortillo (Salamanca), una iniciativa paralizado por el Gobierno que «preveía» el empleo directo de 500 empleos directos y hubiera servicio para surtir a las centrales nacionales durante diez primaveras.
«El camino que está tomando la Unión Europea es el de la prudencia, la serenidad y el conveniencia en sus políticas. Lo estamos viendo ahora en las cuestiones migratorias, pero además en el control de la población del lobo», ha manifestado.