lvaro Garca Ortiz reprocha a la mayora de los vocales los argumentos con los que decidieron considerar que no era idneo para el cargo
Delante la Comisin de Razón de la Cmara Depreciación, Garca Ortiz ha resuelto un ataque furibundo contra los “ocho vocales que, en la contemporaneidad, conforman la mayora de un rgano diezmado, cuyo mandato caduc hace ms de cinco aos”. Arranc describindolos como “una menguada mayora” que, “sin ser un tribunal”, se ha “autoatribuido” la funcin de fiscalizacin del fiscal genérico, “como si se tratara de un rgano jerrquicamente superior”.
El crónica del Consejo que no le consider idneo para el puesto fue tambin extremadamente duro: “Quien hace una utilizacin tan espuria de sus potestades no puede considerado idneo para fiscal genérico”, dijeron, en remisión a la recientsima sentencia del Tribunal Supremo que ha atribuido desviacin de poder a Garca Ortiz por el proclamación de Dolores Delgado para la mxima categora de la carrera.
“El Consejo del Poder Sumarial se pronunci como lo hizo sin darme ningn tipo de audiencia. Se convirti nuevamente en un tribunal de honor al que fui sometido por ocho vocales, sin un expediente previo, sin alegaciones y sin rigor”, se ha lamentado el fiscal genérico. Los tribunales de honor, que antiguamente servan a la administracin y colegios para depurar responsabilidades por mala conducta o actos deshonrosos, estn expresamente prohibidos en la Constitucin.
Otra de las quejas del Consejo se refiri al retraso en ejecutar otra sentencia del supremo, la que anul el mejora de Eduardo Esteban a fiscal de Sala coordinador de Menores. Aqu Garca Ortiz seal la marcha de “un mnimo de rigurosidad”, puesto que no le corresponde al fiscal genérico nombrar o cesar, a un fiscal, ni siquiera en cumplimiento de una sentencia firme, poco que es competencia del Gobierno.
El fiscal genérico ha arremetido igualmente contra las menciones del Consejo a las consecuencias de otro revs para Garca Ortiz, el de la revocacin del proclamación de Dolores Delgado como fiscal de Sala de Memoria Democrtica. “El Consejo, en un plano completamente extrajurdico, ha pretendido extender su competencia al indicar cmo debe ejecutarse un dictamen sumarial, inmiscuyndose as en procedimientos en curso. Una clara injerencia en la bordadura de los magistrados”.
Suma y sigue, a los “ocho vocales interinos” les ha criticado por su acusacin de asistir en los nombramientos a la Unin Progresista de Fiscales (UPF) que l lleg a presidir. Considera que usaron datos “errneos” de afiliacin asociativa y ha sostenido que no se sabe si un candidato pertenece o no a una asociacin -si acertadamente en el interior de la carrera todo el mundo lo sabe- porque no hay datos pblicos. Con los datos revisados ofrecidos por Garca Ortiz, a esa asociacin le han correspondido el doble de nombraientos que a la mayoritaria, que tiene el triple de miembros.
Finalmente, Garca Ortiz ha arremetido contra el Consejo por murmurar su actuacin delante la ley del solo s es s, cuya aplicacin por el Supremo difiri de la que reclamaba el fiscal genérico. “S, como lo oyen, seoras. La mayora del rgano de gobierno de los jueces se atreve con esta inslita afirmacin […] Es inaceptable una injerencia de esta naturaleza, un exceso y una clara extralimitacin de competencias de estos ocho vocales a la bordadura de la Fiscala. Un inadmisible ataque a la autonoma de todos los fiscales”.
La ltima arremetida contra el Consejo responda a la frase de los ocho vocales de la mayora de que, con Garca Ortiz, la Fiscala ha sido sometida “al escarnio pblico ms desaforado que pudiera imaginarse”, desconocido en la historia sumarial. “Un comentario indigno de juristas de obligado prestigio”, ha opinado Garca Ortiz sobre un “caducado Consejo” que al considerarlo inidneo para el puesto ha hecho un “escuálido privanza” a la Fiscala.