En febrero de 2019, este joven viajó con su familia desde San Francisco a Monroe, en Estados Unidos, por lo que Solicitaron ayuda para subir y bajar del avión. Normalmente, entre cuatro y seis empleados lo ayudarían a desembarcar, pero según la denuncia, en esta ocasión solo estaba disponible un asistente.
La familia asegura que cuando fueron a bajarlo, lo hizo el empleado”agresivamente” y con fuerza”haciendo que su cuerpo se sacudiera hacia adelante y luego se inclinara hacia atrás, sus pies arrastrando el suelo.
Poco después, el joven le dijo a su madre que no podía moverse, pero el encargado de bajarlo se rió y lo ignoró. El joven sufrió un paro cardíaco poco después y tuvo que ser trasladado al hospital. Ahora tiene daño cerebral”significativo“No puedo hablar ni comer alimentos sólidos. Según el comunicado de la familia, sSe espera que viva hasta los 31 años y medio.. Antes del accidente tenía una esperanza de vida de 39 años.
“Lo que le pasó a nuestro hijo, a nuestra familia, no se puede deshacer. Esperamos que se den lecciones a través de nuestra pérdida para que ninguna otra familia tenga que sufrir”, explicó la madre del joven en un comunicado.
Después de un juicio en un tribunal federal de San Francisco, Estados Unidos acordó pagar 30 millones de dólares a su familia. El acuerdo ahora debe ser aprobado por un juez. Según Reuters, 12 millones de dólares del acuerdo se destinarán a costos legales y 3 millones de dólares cubrirían otros costos asociados con el juicio.