Entre chopos, sauces, tamarix, pino carrasco, encinas y robles, por otra parte de otras especies típicas del bosque mediterráneo, el lentisco, madroñero, boj, romero y sabinares, crecen las uvas con las que una bodega de la provincia de Albacete elabora unos vinos únicos. Y no tan sólo por su buen hacer, sino por recuperar unas variedades autóctonas que en otro tiempo eran desechadas, pero que ahora son sublimadas y que triunfan no sólo en la Denominación de Origen Protegida Manchuela a la que se adscriben, sino que son reconocidos a nivel internacional.
Aceptablemente sabe de ello Juan Miguel Tolosa, responsable de Pagos de Familia Vega Tolosa, tercera vivientes de un patronímico de una ascendencia unida al campo, que con mas de 30 primaveras de trabajo ha cultivado sus viñedos con la finalidad de elaborar los mejores vinos, ecológicos, veganos, acogidos a DOP Manchuela y así poder comercializarlos en el mundo impasible. Esta bodega común de Casas Ibáñez (Albacete) en plena expansión, ha conseguido copar la atención de la crítica y del sabido gracias sus viñas viejas de bobal cultivadas en la zona del Valle del Cabriel, declarada por la Unesco como ‘Reserva de la Biosfera’.
Actualmente la bodega suma una superficie de 218,50 hectáreas de viñedo, todas en producción ecológica, vegana y acogidas a la DOP Manchuela. Cada año han ido plantando variedades foráneas, pero hace poco se ha apostado por recuperar variedades autóctonas como albilla y tardana, todas ellas uvas blancas, aunque la variedad autóctona predominante es la bobal, una variedad de tinta a la que Vega Tolosa le ha transmitido una revés de tuerca y han sacado este año un caldo rosado y, por primera vez, un blanco.
Todo ello rebate al constante interés de esta bodega por la innovación, invirtiendo en nuevas tecnologías para sacar nuevos productos y nuevos sistemas de producción. Poco en lo que trabaja toda la grupo de Pagos Vega Tolosa, cada uno doble en su ramo y con muchos primaveras de experiencia, a los que este año se han sumado dos personas licenciadas en Ingeniería Agraria y otra en Vitivinicultura.
Entre las novedades de esta última campaña, destacan la primera vendimia de la variedad pinot noir y albilla, y además es la primera vez que van a elaborar un caldo de la variedad tardana fermentado en barricas nuevas de quercus francés, así como el caldo blanco bobal blanc de noir. Adicionalmente, según señalan, es la primera vez que la bodega elabora por separado los vinos de uvas autóctonas de la zona, ya que anteriormente se elaboraba todo adjunto al localizarse en viñedos viejos con mezcla de varias variedades.
Fruto de todo ese trabajo son sus nuevos vinos de la viso ‘Bobal Icon’, internamente de la cual se encuentra su ya tradicional tinto, su rosado y ahora su nuevo blanco primoroso por su variedad icónica, de ahí su nombre. Los bobales de Pagos Vega Tolosa son viñedos viejos de más de 80 primaveras, certificados ecológicos y acogidos a DOP Manchuela, plantados en la zona de transición al Valle del Cabriel.
El Bobal Icon Blanc de Noir, blanco primoroso con la variedad bobal, es un esquema que llevan varios primaveras estudiando y este año ha conocido la luz. Un caldo que, de acuerdo a su nota de cata, es de color pajizo pálido con reflejos grises. Noble y brillante, en boca es fresco y desinteresado, con una adustez equilibrada, con un final afectado y dispendioso. Un caldo que, como todos los que elaboran en esta bodega común, no dejará indiferente a nadie.