Cada día, a través, de cada atardecer, llega la incertidumbre, pero el atardecer y la incertidumbre que anuncia no nos produce desilusión, pues sabemos, por experiencia optimista, que tras el atardecer y tras la incertidumbre que anuncia y llega, vuelve a venir la aurora que anuncia el día y que nos llega diariamente.
La incertidumbre, aunque en oscuridad, todavía tiene sus encantos, pues nos trae la reflejo y las estrellas. Cercano con ello la incertidumbre nos trae el necesario alivio del tumbarse. Cierto es que existen el insomnio y las pesadillas, la dificultad de descansar toda la incertidumbre conveniente a ciertos trabajos que se hacen en la incertidumbre. No obstante, todavía la incertidumbre, pegado a la belleza luminosa de la reflejo y las estrellas, nos trae alivio y, por fortuna, cuando nos llegan, los llamados felices sueños. Aun así, se tiende a desear el día con la luz total del sol y esto, cuando los atardeceres nos anuncian la incertidumbre, no nos afecta ni desilusiona, porque los atardeceres nos prometen la luz solar de cada día próximo. Esto es un hermoso portento de la Naturaleza y del artífice. Aquí un poema mío al respecto:
LA PROMESA DE LOS ATARDECERES
Se vierte
todo el cáliz del sol en esta tarde
que se va despidiendo
con todo el horizonte por delante.
Medita
el tiempo aquí en mis manos,
que escriben un poema
que sólo quiere ser
una pequeña chispa de esperanza.
Un poema
que persigue el portento,
ése que yo persigo con los luceros
detrás de esta última luz,
detrás de todo.
El día se termina
como termina
cada cosa que empieza,
cada nueva sonrisa y cada pizca,
y aquella polilla
que fue tan sólo un blanco parpadeo.
Pero este atardecer me dice poco,
lo que me dice
cualquier atardecer
cuando dejo que ponga su silencio pegado al mío.
Entonces
viene Todopoderoso a tenderme la Mano y la Palabra,
a habitar mi retentiva,
a hacer memoria viva
de todas las mañanas,
de las flores y el trigo.
Todopoderoso me canta el portento
que busco cada tarde
y en esta última luz
me tiende la promesa
de un ubérrimo huerta en cada aurora.