El Gordo de la Lotería de Navidad en Canarias repite suerte en las gasolineras


La establecimiento de la estación de servicio de Hoya del Parrado, en la zona de San Francisco de Paula (Gran Canaria), ha vendido seis décimos del Tocino de la Suerte de Navidad, un número de «esos raros que se quedan para el final» pero que ha llevado la suerte a una nueva estación de servicio afortunada de las islas.

El responsable de la fase y de la establecimiento, Javier Arocha, ha explicado que el 88008 que han vendido, repartiendo 2,4 millones.«ya tienen un afortunado« ya que »me ha llamado un agraciado«, que seguramente »sea un cliente habitual«.

La establecimiento afortunada en Gran Canaria, Santiago Gil Pérez, S.L., la número 43170, es la que más ha repartido del Tocino de la Suerte de Navidad en la isla, y en ella toda la plantilla está «pletórica, súper contenta», esperando a conocer a los agraciados de entre «una clientela muy habitual» en la que confían que están los décimos premiados. Tras conocer un Tocino que este año se ha hecho esperar, «ha llamado uno de los afortunados, súper contento, ‘privado’, gritando que quería abrazarnos, que quería celebrarlo con nosotros», al que ya han invitado a sumarse a la fiesta de champán que se ha montado en este surtidor.

No es la primera vez que esta estación de servicio reparte suerte, ya en 2018, tan pronto como unos meses a posteriori de brindar, repartieron parte del Tocino de Navidad a un afortunado que compró «en el postrero momento», y un segundo premio de Euromillones. Aunque la ‘estación de servicio de la suerte’ suele ser La Chasnera en Granadilla de Abona (Tenerife), este pequeño establecimiento en Tafira ya esta «pujando» por vestir el título, tal y como ha bromeado el equipo, que confía en que «poco a poco lo iremos consiguiendo».

Como ha celebrado, «para el poco tiempo que tenemos como establecimiento de sorteo hemos sido muy agraciados y hemos podido repartir bastantes premios», en una suerte que desea que «sea muy repartida, si puede ser un décimo para seis familias con pocos fortuna mejor».

Para Javier Arocha «poder dar crematística, que al final es muy importante para la multitud y que encima ellos lo compartan con nosotros» es «una gran alegría» y que «nos llena de placer».

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *