En estos momentos, el paso permanece cortado al tránsito de vehículos por causa de las obras, con las que se pretende mejorar esta vía de comunicación, en la que los vehículos deben detenerse siempre que se cruzan con un camión o un autobús, una situación con la que quiere arruinar el corregidor de Castrelo de Miño, Avelino Pazos.
El ensanche, pavimentación y la indigencia de construir varios muros encarece esta primera escalón en la que se invierten 186.537 euros, financiados por la Diputación. Asimismo, incluso está irresoluto de adjudicación un nuevo tramo más limitado, que cuenta con un presupuesto de 80.000 euros, incluso por parte de la institución provincial, titular de esta carretera, cuya largo hasta Macendo ronda los 5 kilómetros. Su acondicionamiento beneficiará a todo el municipio, y de forma más directa, a los 15 pueblos de Macendo.