los médicos decían que era un virus



indignación por el Reino Unido para el caso de una mujer cuyo hijo de seis años terminó paralizado debido a una Tumor cerebral. Los médicos, tras observar sus síntomas, le habían diagnosticado una virus. Fue ante la insistencia de su madre, que por su experiencia como enfermera tuvo la certeza de que se trataba de algo más grave, lo que motivó que le realizaran una tomografía computarizada.

Todo empezó cuando jettel hijo de Keiley Ebbs, una mujer de 38 años, comenzó a presentar síntomas como vómitos y dolores muy agudos en piernas y brazos. Además, en ocasiones se mostraba torpe, estrellándose contra las paredes de la casa. Sin embargo, los médicos aseguraron que la causa fue un virus. “No dejaban de decir que era una infección viral y que lo llevaran a casa y le dieran medicamentos sin receta”explicó la madre a ‘NeedToKnow’.

El menor fue operado durante 10 horas

“Tenía en mi cabeza que tenía una Tumor cerebral. Los síntomas los había visto antes en mi trabajo como enfermera”, el insistió. El pequeño ya había acudido hasta siete veces a urgencias, por lo que la mujer presionó a los profesionales del centro para que le realizaran un TAC, encontrando un tumor cerebral que recorría la columna del menor.

“Me sentí frustrado porque los médicos seguían diciendo lo mismo y no parecían escucharme”, cuenta Ebbs, quien añade que sintió que los médicos pensaban que estaba “exagerando” la situación. “Pero sabía que algo andaba muy mal con él”, afirmó.

Después de encontrar el tumor, Jett fue trasladado inmediatamente a otro hospital, donde fue sometido a una cirugía de 10 horas para eliminar la masa de su cerebro. El procedimiento fue tan intenso que Ebbs tuvo que “firmar su muerte” por ella en caso de que nunca despertara, una experiencia que describió como “extraña” y “desgarradora”.

Estuvo en coma durante cinco días.

Sin embargo, el sufrimiento no terminó ahí. Después de su primera cirugía, Jett se sometió a 11 procedimientos más, incluyendo craneotomía y cirugías de derivación, que implican colocar un tubo en el cerebro o la médula espinal para drenar líquido y aliviar la presión.

Sin embargo, las pistas siguieron fallando y contrajo un infección grave que lo dejó en coma durante varios días. En ese momento, el tumor había envuelto su columna y ya no podía mover las piernas. “El coma debería haber durado dos semanas, pero afortunadamente Jett decidió despertar después de cinco días”, dijo Ebbs. “Fue un milagro”.

Aunque el pequeño de Ebbs ha pasado por las partes más difíciles de la enfermedad hasta ahora, ha sufrido un daño cerebral extenso y tiene que irse. en silla de ruedas. Los médicos aún no han podido darle un pronóstico, pero la mujer dijo que el menor ha mantenido su positivismo y una sonrisa a pesar de todo.

“Ha pasado por todo esto con una sonrisa en el rostro y está muy lleno de vida”, dice. Ahora, Ebbs insta a otros padres a presionar para obtener respuestas si notan que algo anda mal con su hijo, especialmente si podría ser algo tan grave como la enfermedad de Jett. “Empuja y empuja si crees que algo anda mal”oración.

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