La búsqueda de piso en Santiago de Compostela supone un reto para los estudiantes que se trasladan a la capital gallega para iniciar una carrera universitaria. El desequilibrio entre oferta y demanda, junto con el sustancial aumento de los precios, llevó a algunos jóvenes a verse obligados a buscar remoción en municipios vecinos de la capital gallega como Ames, Teo, Brión, Negreira o Padrón en los últimos años.
Sin embargo, esta afluencia hacia centros fuera de Santiago parece haberse desacelerado, al menos temporalmente. Carlos Debasa, presidente de la Asociación Inmobiliaria de Galicia (AGALIN), confirmó a torrevieja news today que no se ha producido un ‘éxodo’ tan notable este verano en relación a años anteriores, cuando incluso se reforzaron las líneas de autobús que unen la capital gallega y estas ayuntamientos para facilitar el traslado de los estudiantes a sus facultades a primera hora de la mañana.
Casi finalizado el mes de agosto, las interminables colas en las afueras de las inmobiliarias dan paso a los laboriosos intentos protagonizados por los más rezagados. Estudiantes llegados desde el extranjero, a través de programas de movilidad Erasmus, y aquellos que hayan confirmado su plaza en el último momento. se conformarán con las migajas. Debasa señala que en Santiago quedan “muy pocas casas completas”, por lo que estos estudiantes de última hora tendrán que aceptar habitaciones individuales en pisos ya compartidos.
El responsable de AGALIN no descarta que algunos de estos jóvenes tengan que extender su búsqueda a municipios vecinos, pero añade que “espera que no se produzcan” desplazamientos lejanos como sí se produjeron en años anteriores. De hecho, varios agentes inmobiliarios y responsables de los ayuntamientos de Brión, Padrón y Negreira, consultados por este periódico, coinciden en que no tienen registroHasta el momento no se ha registrado ningún caso de ningún universitario que haya alquilado un piso en su comarca para este nuevo curso académico.
Las razones
Desde AGALIN identifican dos motivos principales que explican esta reducción en el número de estudiantes desplazados. Por un lado, Debasa afirma que la mano dura ejercida por el Ayuntamiento de Santiago en los dos últimos veranos ha neutralizado la proliferación de viviendas de uso turístico (VUT). Ante la amenaza de apertura de nuevos expedientes y sanciones de hasta 15.000 euros, muchos de los propietarios han optado por devolver sus pisos al mercado de estudiantes para evitar estas multas y recuperar parte de la inversión realizada.
Por otro lado, el presidente de AGALIN influye en la caída de estudiantes extranjeros que estudian en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), que suelen ser los últimos en llegar a la ciudad. Según los datos publicados por la propia universidad, 307 estudiantes Erasmus han pasado por la universidad compostelana en 2023, una cifra muy inferior a los 750 y 669 estudiantes que tuvo en 2011 y 2012. Desde entonces, el número de estudiantes Erasmus ha ido descendiendo progresivamente. .
A estas explicaciones se suma el poder de decisión de los propietarios de viviendas. Dos agentes inmobiliarios contactados por torrevieja news today recuerdan que la última palabra la tienen los propietarios de los pisos, quienes están priorizando parejas o familias a la hora de alquilar sus apartamentos, ya que ofrecen más seguridad, mejores garantías y estancias más largas.
soluciones a largo plazo
Para intentar desbloquear esta situación, administraciones públicas y entidades privadas han abierto diversos frentes de actuación. A finales del pasado julio, Raxoi impulsó un acuerdo entre la Xunta y la USC con vistas a iniciar la construcción de vivienda en alquiler para estudiantes estudiantes universitarios Semanas antes, la empresa Bestinver compró el antiguo Hospital de Galeras por once millones de euros, con el objetivo de convertir el local en una moderna residencia privada para estudiantes.
Ambas iniciativas han sido aplaudidas por concejales, representantes de universidades, vecinos y estudiantes. Cabe señalar que la USC Ofrecieron 910 plazas este curso académico. entre sus cinco residencias y colegios mayores, una cantidad insuficiente para satisfacer las alrededor de 25.000 matrículas anuales que recibe la universidad.
Por otro lado, diversos colectivos, entre ellos la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia, denuncian la falta de predisposición por parte de las autoridades a revitalizar las 9.000 viviendas vacías que hay en la capital gallega. Alegan que su puesta en el mercado mitigaría los problemas de los estudiantes, que tienen que instalarse, en muchos casos, en pisos con importantes deterioros, en mal estado y “dudosas condiciones de habitabilidad”.
De momento, los estudiantes compostelanos están muy cerca de superar otro verano lleno de estrés, incertidumbre y largas colas para encontrar un lugar donde vivir. Y aunque el radio de búsqueda se ha contraído en estos mesesLos avatares del alojamiento para estudiantes acompañarán a la capital gallega hasta que resurja el próximo verano.