Fogones a pleno rendimiento en las cocinas para preparar el menú de la cena de Nochebuena



Es la imagen que se repite en muchos hogares españoles: los fogones a tope para que el menú esté a la importancia de una perplejidad tan singular. Hoy acompañamos a la clan Luis González. Ellos viven en el judería de Icod el Stop, en el municipio de Los Realejos, en Tenerife. Todos se han reunido para elaborar la cena de esta perplejidad.

El trajín es tremendo, Mari Nieves enciende el fuego de la cocina y comienza a poner los calderos. “¡Venga chicas! Vamos con todo, los calderos al fuego que hay que tenerlo todo despierto para esta perplejidad”. Nos cuenta que ha hecho un caldo casero, y el bacalao ya lo tiene casi despierto, solo descuido le descuido el majado de ajos, pimientos, perejil y cebolla. Comienza a machacar todo mientras canta un villancico.

A su costado, Juan, el marido. Ya ha encendido las brazas de la grill. “El fuego tiene que estar en su punto de azotaina para que el asado quede bueno”¡”, nos comenta mientras aviva el fuego y comienza a trocear una enorme pata de repugnante.

El resto de la clan se ocupa de los postres y aperitivos en la mesa que tienen pegado al árbol de Navidad. “El dulce no puede evitar en estas fiestas: turrones, polvorones, pasas y almendras”, apunta con alegría Mari Nieves.

Y cuando ya está todo más o menos encarrilado, es hora de colgar el delantal para descansar un rato antaño de que el resto de invitados lleguen a casa. Los olores del guiso y de la carne a la brasa ya comienza a impregnar no solo la casa, asimismo la calle del judería. La clan Luis González deja encendido el fuego del estufa mientras nos desean a todos ¡Eficaz Navidad!

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