Contundente mensaje del Rey en defensa de la Carta Magna y la división de poderes


Don Felipe ha realizado un categórico convocatoria al cumplimiento de la Constitución, con lo que se ha interpretado como una clara defensa de la separación de poderes en el que ha sido su mensaje de Navidad con más trascendencia política. «Cada institución, comenzando por el Rey, debe situarse en el sitio que constitucionalmente le corresponde, profesar las funciones que le estén atribuidas y cumplir con las obligaciones y deberes que la Constitución le señala», ha expresado. Por si quedaban dudas, ha añadido: «Debemos respetar igualmente a las demás instituciones en el prueba de sus propias competencias y contribuir mutuamente a su fortalecimiento y a su prestigio».

Estas palabras llegan en un momento en que socios del Gobierno como Junts usan el Congreso para atacar a los jueces frente a el silencio del PSOE, pretenden controlar la punto de los tribunales desde la Cámara Pérdida, y la ley de condonación se encuentra ya en plena tramitación. Tres circunstancias que han conformado el viejo ataque a la separación de poderes y a la independencia legislativo desde el inicio de la democracia. El mensaje de ayer del Rey, impecable tanto en la forma como en el fondo, se áncora en las funciones de árbitro y moderador del funcionamiento regular de las instituciones que le atribuye la Constitución.

Ni osadía, ni ley, ni paz

Las palabras de Don Felipe deben ponerse igualmente en relación con su mensaje de Navidad del año pasado. En la Nochebuena de 2022, Don Felipe fue más incisivo que en abriles anteriores y sorprendió al advertir de los tres grandes riesgos que afrontaba nuestro país: la división, el trastorno de la convivencia y la rozamiento de las instituciones.

Los riesgos de la división

«Fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles; no hay libertades sino imposición; no hay ley, sino arbitrariedad»

La deriva de los acontecimientos políticos le ha legado la razón y aunque sus recetas no cambian, sus advertencias sobre lo que puede suceder si no se frena esa deriva han sido este 2023 más contundentes. «Fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles; no hay libertades sino imposición; no hay ley, sino arbitrariedad. Fuera de la Constitución no hay una España en paz y osadía», avisó. Y para no salir a ello, el Rey advirtió que «evitar que nunca el origen de la discordia se instale entre nosotros es un deber ético que tenemos todos». «Porque no nos lo podemos permitir», remachó.

La seriedad de la situación política quedó de manifiesto desde el inicio a final del mensaje del Monarca. Las palabras más repetidas por Don Felipe fueron Constitución y España y, rompiendo con la tónica habitual, el repaso de las dificultades económicas y sociales de la vida diaria de los ciudadanos quedó corto a una simple enumeración. «Son muchas las cuestiones concretas que me gustaría acometer con vosotros hoy, si proporcionadamente esta perplejidad quiero centrarme en otras que igualmente tienen mucho que ver con el expansión de nuestra vida colectiva. Es a la Constitución y a España a lo que me quiero mencionar», justificó.

Cumplimiento a la Carta Magna

«Todas las instituciones del Estado tenemos el deber de conducirnos con la viejo responsabilidad y procurar siempre los intereses generales de todos los españoles»

Sin alusiones directas a los políticos, el Monarca recordó que el cumplimiento de la Carta Magna no es una opción sino una obligación que incluye igualmente el respeto a su espíritu y los títulos democráticos que la sustentan. «Todas las instituciones del Estado tenemos el deber de conducirnos con la viejo responsabilidad y procurar siempre los intereses generales de todos los españoles con amistad a la Constitución», destacó Don Felipe. Ello no equivale a un país de pensamiento uniforme. «En España todo ciudadano tiene derecho a pensar, a expresarse y defender sus ideas con osadía y respeto a los demás», destacó el Rey. «Pero la democracia igualmente requiere unos consensos básicos y amplios sobre los principios que hemos compartido», recalcó.

Pasillo.

CASA S.M. EL REY

Convocatoria a la pelotón

El Rey ha complementado esa defensa de la Constitución como fianza democrática con una robusto apelación a la pelotón y la convivencia, cuando PP y PSOE se encuentran enormemente alejados. «Hemos expresado y -sobre todo- defendido nuestros títulos constitucionales cuando estos han estado en cuestión o se han puesto en aventura. Y todo ello, igualmente lo hemos hecho juntos y de acuerdo con el entorno constitucional, decidido por todos los españoles», señaló. El viejo aventura para los títulos constitucionales en los últimos abriles fue el contrariedad secesionista de 2017. Ese ataque fue frenado por el acuerdo de PP y PSOE para aplicar el artículo 155 en Cataluña, a posteriori de que el Rey pronunciara el que ha sido el discurso político más importante de su reinado, hasta la data.

Constitución frente a división

«Gracias a la Constitución conseguimos exceder la división, que ha sido la causa de muchos errores en nuestra historia; que abrió heridas, fracturó afectos y distanció a las personas»

En esta linde, el Rey igualmente ha querido reivindicar el espíritu de la Transición. «Gracias a la Constitución conseguimos exceder la división, que ha sido la causa de muchos errores en nuestra historia; que abrió heridas, fracturó afectos y distanció a las personas. Exceder esa división, por consiguiente, fue nuestro principal tiento», destacó. «La razón última de nuestros éxitos y progresos en la historia flamante ha sido precisamente la pelotón de nuestro país, basada en nuestros títulos democráticos y en la cohesión, en los vínculos sólidos del Estado con nuestras Comunidades Autónomas y en la solidaridad entre todas ellas», añadió.

España, un gran país

«Deberíamos tomar viejo conciencia del gran país que tenemos, para así sentirlo más y cuidarlo entre todos»

Como mensaje final, el Rey ha puesto una tarea a todos: «deberíamos tomar viejo conciencia del gran país que tenemos, para así sentirlo más y cuidarlo entre todos». Y remató con un mensaje de esperanza. «España seguirá delante. Con determinación, con esperanza, lo haremos juntos». Pese a la carga de profundidad de este año, el mensaje del Rey tuvo una extensión muy similar a la de los últimos abriles. En total, 12 minutos y 59 segundos (12 minutos y 25 segundos en 2022) y 1467 palabras.

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