Agentes de la Policía Franquista han detenido a un macho marroquí de 50 primaveras de antigüedad por la comisión de hasta nueve robos al descuido en la zona centro de la ciudad de Alicante, según ha informado Superioridad en un comunicado.
El dispositivo, que culminó con la detención de este individuo por parte del Reunión Eficaz de Respuesta, dio inicio cuando estos fueron comisionados por la Sala 091 a la zona de cafetería de un céntrico hotel donde se acababa de producir una sustracción de un bolsa.
Adicionalmente, las actuaciones fueron llevadas a parte con la colaboración de una trabajadora del establecimiento, que había descubierto previamente al autor y lo había retenido hasta la arribada de los agentes, que lo trasladaron a dependencias policiales. Éste carecía de documentación y era precisa su identificación plena para poder realizar el atestado en el que se expondrían los hechos e informar de esa guisa al auditoría.
En paralelo a las citadas gestiones realizadas por el GOR, el Reunión de Policía jurídico realizó varios cotejos con diversas denuncias por robos en la zona en las que se encontraban trabajando. En todas ellas, según habían podido comprobar gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad, el autor fue un macho con las mismas características de la persona que estaba siendo identificada por los efectivos de seguridad ciudadana.
En este sentido, los visionados realizados por los investigadores arrojaron resultados positivos y pudieron confirmar otros ocho hechos en los que había actuado el mismo bandido, quien sustraía todo tipo de pertenencias personales al descuido en establecimientos públicos, en horas concurridas.
Entre los pertenencias robados se contabilizan bolsos, teléfonos móviles de incorporación matiz, antiparras de sol y de pinta, parné en efectivo, documentaciones, juegos de llaves y demás objetos de uso corriente.
Un modus operandi depurado y efectivo gracias una consolidada actos
Según constató el colección de investigación, esta persona era un delincuente profesional que cuidaba la vestimenta para parecer un turista, lo que en una ciudad como Alicante le hacía tener lugar totalmente desapercibido. Si aceptablemente, llamaba la atención, una vez comprobados todos los vídeos en los que quedaron registrados sus delitos, la nacionalidad con la que actuaba, pues incluso saludaba amigablemente al personal sindical (al que no conocía) de los establecimientos para transmitir confianza a su más o menos.
Siempre actuaba en situaciones en las que los turistas se encontraban comiendo o realizando compras, momento en el que estaban relajados y aprovechaba para realizar las sustracciones. Utilizaba asiduamente algún objeto de distracción, denominados en el argot policial «ayuda», para esconder la maniobra que le daba entrada al aceptablemente externo.
Adicionalmente, su gran actos no ha pillado a nadie por sorpresa, pues ya había actuado previamente en otros territorios del país. Pesaban sobre él más de 100 detenciones, 70 de ellas por hurto. Igualmente, en el momento de la detención esta persona portaba consigo diferentes prendas de ropa, gorros y antiparras para «disfrazarse» a posteriori de cada robo y dificultar su identificación.
Finalmente, el detenido fue puesto a disposición del al Auditoría de Instrucción de Número de Alicante.